Que el sistema de recolección de residuos en el Partido de General Pueyrredon no está regulado, no hay dudas. Pero en temporada de verano, cuando más gente hay en la ciudad, más debería ser el control y el trabajo de la empresa que el Municipio contrata para realizar el servicio, que cada contribuyente abona con sus impuestos.
En calles céntricas, y en los barrios, los basurales a cielo abierto son una postal más de Mar del Plata, el problema se acrecienta con el calor, y los olores que descomponen a los transeúntes.
Si bien, cerca del 1 de enero hubo un gran brote de Covid en la empresa recolectora de residuos, y el servicio en algunas partes de la ciudad se vio afectado; al haber pasado ya más de 15 días todo debería haber vuelto a la normalidad, y en tal caso ¿porque el Municipio no exige un plan de contingencia, principalmente para el verano?
Lo cierto es que el Municipio no controla como la empres 9 de Julio lleva a cabo el servicio de recolección de residuos y eso genera un malestar generalizado en habitantes y turistas que ahora, en el centro, además de esquivar a la cantidad de gente que circula por la vía pública debe esquivar la cantidad de basura y residuos esperando ser recogidos