La Directora de Operaciones de TGS, ingeniera Claudia Trichilo, dialogó con el Retrato durante las Jornadas sobre Energía, Producción y Desarrollo Sostenible en Mar del Plata. Analizó los avances en infraestructura para la evacuación del gas, el rol de Vaca Muerta como motor de desarrollo nacional y la importancia del Régimen de Incentivo a las Grandes Inversiones (RIGI) para viabilizar nuevos proyectos.
Durante las Jornadas sobre Energía, Producción y Desarrollo Sostenible realizadas en Mar del Plata, Trichilo destacó la necesidad de vincular a los sectores productivos y académicos con el desarrollo energético nacional. Consideró que encuentros como el organizado por el Colegio de Ingenieros bonaerense permiten acercar a profesionales y estudiantes a una industria que atraviesa un momento decisivo. “Es un ámbito muy interesante para compartir la filosofía de TGS, sus objetivos y la visión sobre el futuro energético del país”, explicó. Para la empresa, agregó, “es fundamental que los jóvenes conozcan el potencial de Vaca Muerta, que entendemos como uno de los pilares del desarrollo nacional”.
El eje de su análisis estuvo puesto en la infraestructura necesaria para el transporte y procesamiento del gas natural, especialmente aquel que acompaña la producción de crudo. Según Trichilo, mientras el transporte del petróleo “ya se encuentra bastante resuelto” gracias a obras como Duplicar y VMOS, el foco debe ponerse ahora en el gas. La posibilidad de extraer y comercializar ese recurso, subrayó, requiere acondicionamientos y gasoductos que aún no están completamente operativos. La falta de esa infraestructura limita la capacidad de generar nuevos ingresos por exportación y de garantizar el abastecimiento interno.
En ese contexto, TGS fue recientemente adjudicada con una ampliación del Gasoducto Perito Moreno, una obra que permitirá incrementar la capacidad de transporte de 21 a 35 millones de metros cúbicos diarios. La ingeniera explicó que esta ampliación “no solo mejora el flujo de gas desde la cuenca neuquina, sino que refuerza los tramos finales que conectan con Buenos Aires”, optimizando así la red que abastece al litoral y al norte del país. Con esta obra, el sistema podrá reducir la dependencia de gas natural licuado importado, lo que implica un ahorro significativo de divisas.
El proyecto, añadió, “es un paso clave hacia el aprovechamiento pleno del gas de Vaca Muerta”, un recurso que podría abastecer la demanda argentina durante más de un siglo. Para Trichilo, ese potencial obliga a pensar en el gas como energía de transición, útil para acompañar la transición hacia fuentes renovables sin comprometer la seguridad del sistema.
La ampliación también tendrá impacto directo en la provincia de Buenos Aires, al mejorar las presiones y la disponibilidad del suministro. Al ingresar el gas adicional en la red desde Saliqueló, el beneficio se extiende a todo el sistema metropolitano. “Como la red de transporte es única, Buenos Aires y el Gran Buenos Aires contarán con más volumen disponible y mejor calidad de servicio”, indicó.
Otro punto central de la entrevista fue el Régimen de Incentivo a las Grandes Inversiones (RIGI), instrumento que TGS está aplicando para financiar tanto la ampliación del Perito Moreno como un nuevo proyecto de procesamiento del gas neuquino. “El RIGI es básico para optimizar inversiones de esta magnitud. Hablamos de más de 3.000 millones de dólares entre obras de transporte y procesamiento, y este marco regulatorio brinda previsibilidad y estabilidad para ejecutarlas”. Trichilo destacó, además, que la implementación del régimen no es estática: “Hay un ida y vuelta con las autoridades para adecuar los requisitos a cada proyecto. No se trata de una norma rígida, sino de un esquema que puede adaptarse cuando se trata de inversiones estratégicas para el país”.
