La fundadora de Madres del Dolor advierte sobre el abandono de la infraestructura vial y reclama controles eficientes, campañas de prevención y endurecimiento de penas. Además pide que se mantenga el número 149 para víctimas y que se priorice el bacheo mientras avanzan las licitaciones de rutas.
Vivian Perrone, fundadora de la Asociación Civil Madres del Dolor, una organización que busca justicia por las víctimas de hechos violentos y apoya a sus familiares desde 2002, describe la situación actual de la seguridad vial en Argentina como “una meseta con respecto a todo lo que tiene que ver con fiscalización y planificación”.
Su lucha comenzó tras la muerte de su hijo Kevin Sedano, de 14 años, en un siniestro vial. Desde entonces, Madres del Dolor se convirtió en una voz en el reclamo por políticas de seguridad vial y justicia para las víctimas. Ahora, en medio de una reestructuración del Estado nacional que incluyó la baja de rango de organismos clave, Perrone advierte sobre los riesgos del abandono y reclama medidas urgentes.
A principios de año, el Gobierno intentó eliminar varias instituciones vinculadas a la seguridad vial, como la Junta Nacional de Transporte, la Agencia Nacional de Seguridad Vial y la Comisión Nacional de Regulación del Transporte. “Todo eso pasó por el Congreso y se dio marcha atrás en esa decisión”, señala Perrone. Ahora, con un nuevo director en la Agencia Nacional de Seguridad Vial, Francisco Díaz Vega, y bajo la conducción del subsecretario de Transporte Luis Pierrini, las instituciones están siendo reorganizadas.
En una reunión mantenida recientemente con ambos funcionarios, Perrone recibió explicaciones sobre el proceso. “Me dijeron que están organizando el funcionamiento de estas instituciones. Por un lado, para que no se repitan ciertas funciones que tenían, que antes sí se repetían. Y por otro lado, que funcione lo mejor posible”, relata. Sin embargo, aclaró la urgencia de que todos estos procesos “terminen lo antes posible”.
La fundadora de Madres del Dolor reconoce que tanto Díaz Vega como Pierrini están comprometidos con la seguridad vial, pero expresa una preocupación ya que cree que “dependen mucho del Ministerio de Desregulación, de Sturzenegger. Entonces, si quieren más partidas para lo que tiene que ver con seguridad vial se van a dar y va a haber más controles y si no quieren, no”.
Uno de los puntos más críticos que señala Perrone es el estado de las rutas nacionales. “Las rutas están en un abandono total, están destruidas porque cuando no se cuidan empiezan a decaer, a llenarse de baches”, afirma.
En la reunión con las autoridades le informaron que terminó el período de licitación para el arreglo de rutas nacionales y que se están evaluando las ofertas recibidas. “Yo sé que no son todas, entonces les dije que por lo menos se mantuviera un bacheo, que se mantuviera el resto de las rutas aunque no se mejoren del todo pero no pueden estar en el estado en que están hoy”, insiste.
En la mayoría de las provincias argentinas ya existe la ley de alcohol cero al volante, aunque “en la provincia de Buenos Aires hay algunos municipios que, aunque la provincia tiene alcohol cero, todavía no adhirieron. Por ejemplo, Ciudad de Buenos Aires”, señala Perrone. “Ciudad de Buenos Aires sigue teniendo como mínimo de alcoholemia permitido el 0,5, cuando uno cruza la General Paz de un lado es alcohol cero y del otro lado es 0,5”.
Para Perrone, más importante que sancionar nuevas leyes es controlar las existentes. “Si algún municipio tiene alcohol cero pero después no controla, o nos dicen: no podemos controlar porque no tenemos alcoholímetros, bueno, que compren los alcoholímetros”, plantea con contundencia. Y añade un argumento económico: “Es mucho más el gasto que tienen si una persona sufre un hecho vial. El trasladarlo hasta un hospital, el atender a esa persona o si hay que hacer alguna operación todavía más. Y no queremos hablar de pérdidas de vidas”.
Por otro lado, desde Madres del Dolor, junto con la Fundación Estrellas Amarillas, impulsan un proyecto de ley en el Congreso para endurecer las penas en casos de homicidio culposo con agravantes. “Cuando una persona atropella y deja con heridas graves o quita una vida, y hay agravantes como alcoholemia positivo o estupefacientes o exceso de velocidad, abandono de persona, que no le puedan dar una sentencia en suspenso”, explica.
La propuesta busca aumentar la pena de tres a seis años (rango actual) a cuatro a doce años. “Si es de cuatro años ya no pueden dar una sentencia en suspenso. La sentencia tiene que ser efectiva. Que las consecuencias no las sufra solo la víctima”
Perrone insistió especialmente en la reunión con las autoridades sobre el mantenimiento del número 149, opción 12, para víctimas viales. “Cuando te ocurre un hecho vial, está generalmente a muchos kilómetros de tu casa y al llamar a ese número hay un abogado, hay un psicólogo, hay alguien que te dice lo que tienes que hacer, cómo lo tienes que hacer y si uno necesita ayuda para traslados, también lo tienen que brindar”, detalla. Sin embargo, reconoce que la atención no es uniforme. “Hay personas que me dicen que llaman tanto al 149 como a los números del Ministerio de Justicia y reciben apoyo y acompañamiento y otras que no. Entonces depende del momento, y es lamentable”
La situación se complica ante la inminente renuncia del ministro de Justicia y la incertidumbre sobre si se unificarán las carteras de Justicia y Seguridad. “Si vos me preguntas si se le brinda este apoyo, la verdad que te tengo que contestar: no lo sé. Depende del lugar donde ocurre el hecho”, admite. Antes había más oficinas de asistencia a las víctimas en diferentes municipios, “ahora no las hay, se cerraron muchas”.
Perrone destaca tres medidas clave que debería implementar el Gobierno para reducir efectivamente los siniestros viales: infraestructura, controles y campañas.
“Número uno, infraestructura. Las rutas están destruidas y no puede ser que existan estos hechos terribles, a veces por evitar un pozo, por evitar cuando se acumula el agua”, enumera.
En cuanto a los controles menciona casos recientes como el del camión al que se le salió una rueda en la Panamericana causando tres muertes, o el camión con una grúa que se llevó un puente en General Paz. “No es que salió de ahí de la esquina, hacía muchos kilómetros que venían circulando y nadie lo vio”.
Sobre las campañas reclama acciones concretas: “Ahora en noviembre, el tercer domingo, es el Día Mundial de la Víctima de Tránsito. No espero ver basado en eso alguna campaña. Viene el verano. ¿Qué campañas va a haber para toda la gente que va a estar circulando por las rutas? Nuevamente el tema de los cuatriciclos en las playas. Tiene que haber campañas para año nuevo, para navidad, con respecto al alcohol. Yo no las veo”.
Perrone insiste: “El dinero que se gasta en prevención es mucho menor al dinero que se gasta cuando ocurre un hecho vial”.
La Asociación Civil Madres del Dolor puede ser contactada al +5411 3968.4082 /3535.7569 o por correo electrónico: [email protected]
También se puede seguir a Vivian Perrone en Instagram y Twitter como @vivianperrone para recibir orientación y acompañamiento en casos de víctimas de hechos viales.
