
La tradicional marca de sweaters Mauro Sergio, gestionada por la firma Textilana S.A., despidió a 150 operarios en su planta de Mar del Plata y recortó un 20% su nivel de producción. La decisión refleja el impacto de la crisis económica que atraviesa la industria textil, uno de los sectores más golpeados por la caída del consumo y el aumento de las importaciones en la Argentina.
La histórica planta marplatense contaba con 350 empleados, pero tras la ola de despidos el número se redujo a menos de 200, según denunciaron referentes gremiales. Asimismo, los trabajadores advirtieron que la empresa acumula un exceso de stock, registra atrasos en los pagos y afronta un aumento de las renuncias voluntarias como consecuencia de los salarios bajos.
En tanto, el ajuste en Mauro Sergio se inscribe en un escenario adverso para toda la cadena textil, marcado por la apertura de importaciones y el avance de plataformas extranjeras como Shein y Temu. Al mismo tiempo, la caída del consumo interno y la pérdida de competitividad redujeron drásticamente la demanda nacional. Según datos recientes, la elaboración de hilados cayó un 14% y la producción de tejidos bajó un 26%.
Frente a ese escenario, referentes del sector advierten que el contexto actual configura una de las peores crisis que ha atravesado la actividad en las últimas décadas. En ese marco, Camilo Kahale, titular de la Federación Económica de la Provincia de Buenos Aires (FEBA), advirtió: “El daño puede ser estructural si no se actúa ya”, y añadió que “la apertura indiscriminada y la apreciación cambiaria están destruyendo nuestra capacidad de competir”.
Hace algunas semanas, la Asociación Obrera Textil de la República Argentina (AOTRA) informó que el sector opera con apenas el 40% de su capacidad instalada. Además, desde comienzos de año, cerraron 68 pymes textiles, lo que provocó cerca de 4.000 despidos y al menos 900 suspensiones en todo el país.

Al respecto, Hugo Benítez, secretario general de AOTRA, definió la situación y lanzó una interpelación contundente a la actual administración nacional. “Cuando se bajan aranceles a las importaciones, se está premiando a las fábricas extranjeras y dejando en la calle a miles de trabajadores locales”.
En particular, la situación resulta crítica en la provincia de Buenos Aires, donde más del 40% de la maquinaria industrial del conurbano permanece paralizada. Sumado a esto, se multiplicaron los casos de empresas que suspendieron turnos o apelaron a retiros voluntarios como estrategia para reducir costos y evitar despidos masivos.
Finalmente, vale precisar que Textilana S.A. mantiene un rol clave dentro de la industria textil nacional, ya que desde hace 50 años fabrica sweaters bajo la marca Mauro Sergio y desarrolla un proceso productivo integrado que abarca la elaboración del hilado y el tejido, así como su distribución en los mercados mayoristas y minoristas, tanto en Argentina como en el exterior.
Industria textil en alerta: Mauro Sergio y la crisis que golpea a la producción
La histórica fábrica textil de Mar del Plata, Mauro Sergio atraviesa una de las crisis más profundas de su historia. La empresa Textilana S.A., dueña de la marca, despidió a 150 operarios y redujo su producción en un 20%. En la década de 1970, esta firma fue un emblema de la industria nacional; sin embargo, actualmente su plantilla se redujo de 350 trabajadores a poco más de 200, según denunciaron los gremios.

El caso de la fábrica marplatense se inserta en un contexto alarmante para toda la industria textil nacional. Según reportes oficiales, más del 70 % del consumo de ropa en Argentina se cubre con productos importados. Entre enero y mayo, las compras de indumentaria al exterior crecieron un 136 %, alcanzando un valor histórico de 1.572 millones de dólares, según la Federación Económica de la Provincia de Buenos Aires (FEBA).
Simultáneamente, las importaciones textiles aumentaron un 93 %, con precios promedio de apenas 5,67 dólares por kilo, muchas veces en condiciones de dumping. Esta situación provocó una paralización del sector local, que se refleja en el cierre de 68 pymes y la pérdida de más de 4.000 puestos de trabajo.
Un informe reciente de la Fundación ProTejer calificó al primer trimestre de 2025 como “devastador” para la industria textil. Durante ese período, cinco de cada diez empresas registraron caídas interanuales en sus ventas, con una merma promedio del 5%. Vale recordar que el sector textil emplea a más de 530.000 personas en todo el país, de las cuales el 69% son mujeres, y constituye uno de los pilares productivos de las economías regionales.