Alasino y el Garrahan: El desfinanciamiento y la precarización que socavan la salud pública

Adrián Alasino, director de la Escuela Superior de Medicina de la UNMDP, analizó ante “el Retrato” el conflicto del Hospital Garrahan, señalando el desfinanciamiento y la precarización que socavan la salud pública. Subrayó el impacto en la formación de futuros profesionales y critica las declaraciones de Lilia Lemoine.

El Hospital de Pediatría Garrahan, uno de los centros de salud pública más importantes de Argentina, atraviesa una profunda crisis salarial y de condiciones laborales para sus médicos residentes. Este conflicto, que visibiliza una problemática de alcance nacional, pone en riesgo no solo la calidad de la atención pediátrica sino también el futuro de la formación médica en el país. Adrián Alasino, médico especialista en Medicina General y director de la Escuela Superior de Medicina de la Universidad Nacional de Mar del Plata (UNMDP), ofreció una mirada panorámica sobre esta situación, calificándola como un “debilitamiento de la salud pública que ya está planificado”.

El conflicto de los residentes, según Alasino, viene hace muchos años en disputa con profesionales en formación que históricamente tuvieron poca consideración y mucho trabajo. Sin embargo, a lo largo del tiempo se lograron conquistas como la reducción de la jornada laboral a 12 horas de guardia con descanso, y el reconocimiento de aportes y jubilación. Pese a estos avances, la crisis salarial actual, con salarios “planchados” y un poder adquisitivo que se redujo más del 50%, hace aún más notoria la precaria situación.

Alasino afirmó que el planteo de los residentes del Garrahan es “un buen planteo en general”, y que la Escuela de Medicina de la UNMDP apoya sus reclamos. Lamentó que el argumento de que están “en formación” se utilice para justificar bajos salarios, considerando que “claramente lo que hoy pasa en el Garrahan es en detrimento de la salud pública de toda la población“.

La polémica se intensificó con las recientes declaraciones de la diputada nacional Lilia Lemoine, quien sugirió que los médicos disconformes con sus salarios podrían renunciar: “Sos médico y no te sirve el sueldo; si no lográs una compensación satisfactoria, tenés la libertad de hacer otra cosa”, había publicado la legisladora en “X”. Para Alasino, estas afirmaciones son “lastimosas” y desvían el foco del “debilitamiento de la salud pública” que realmente ocurre. Lamentó que, aunque cualquier ciudadano puede ser diputado, “uno espera de los representantes gubernamentales un criterio más reflexivo y tolerante”, especialmente ante la “gran diferencia” salarial con los trabajadores.

Además, Alasino criticó la falta de “cuidado por las instituciones”, el “poco republicanismo” de algunos gobernantes y la nula defensa de valores esenciales como la educación y la salud pública en Argentina.

El director de la Escuela de Medicina señaló que este debilitamiento está “planificado”, con un discurso gubernamental “armado atrás de los ñoquis, de los que no trabajan, de que sobra gente, sin ninguna prueba de eso y simplemente falseando datos”. Según Alasino, la estrategia del gobierno es el “desmantelamiento y dejar de ser rector en las políticas públicas de salud y de educación”, desestimulando a los profesionales y afectando gravemente a la universidad y a la ciencia y tecnología.

Como medidas urgentes para garantizar la formación y retención de médicos en el sistema público, Alasino enfatiza la necesidad de un “replanteo” de las condiciones laborales y la remuneración. Advirtió que, al tener título habilitante, muchos jóvenes prefieren formaciones por fuera de la residencia o trabajar en ciudades más pequeñas donde un médico puede ganar más en 12 horas de guardia que un residente en un mes. “Uno de los grandes factores es atar la capacitación a un salario digno y a determinados acuerdos de calidad laboral”, afirmó.

También instó a tener “más conversación acorde a la época que vivimos, más diálogo y acuerdos, buscar políticas públicas que todos acordemos cuatro o cinco, no te digo veinte, y que se apliquen a lo largo en todo el territorio nacional”.

A pesar de estos desafíos, Alasino cree que la sociedad tiene una buena percepción de la profesión médica y de la universidad pública, valorando la calidad de sus profesionales. Su mensaje a los estudiantes de medicina y residentes es claro: “hay que cuidar la calidad de la democracia, cuidar las instituciones que tenemos, hay que involucrarse“. Instó a “dialogar con los otros” y “fortalecer esa etapa de la vida que es la del aprendizaje”, remarcando que, si bien las nuevas generaciones mejoran en muchos aspectos, también deben ser guiadas para “cuidar los valores” y entender que “no todo vale lo mismo”.

Concluyó que, aunque “los gobiernos pasan”, “las instituciones van a seguir”.