Sindicalistas afirmaron que el paro promedió el 85%, pero muchos comercios abrieron

Mar del Plata vivió el segundo paro general contra el gobierno de Javier Milei provocó un jueves atípico en las calles de la ciudad, con escaso movimiento y la ausencia de transporte público de pasajeros. Mientras que para los sindicalistas marplatense la medida promedió el 85% de adhesión, en tanto la Cámara Marplatense de Empresas Comerciales y de Servicios informó que la apertura de los comercios locales superó el 90%.

Donde sí se sintió la medida fue en las dependencias públicas permanecieron cerradas, al igual que buena parte de los establecimientos gastronómicos, y no se dictaron clases. La huelga convocada por las centrales obreras afectó a servicios clave y su nivel de acatamiento fue variable.

La Unión Tranviarios Automotor (UTA) decidió adherir al paro general, dejando las calles sin colectivos en circulación. Los taxis y remises fueron la alternativa de transporte para quienes necesitaban trasladarse, ya que estuvieron operativos en su amplia mayoría.

En cuanto a los comercios, la mayoría abrió sus puertas, aunque el escaso movimiento en las calles afectó las ventas. Supermercados, tiendas de ropa, locales de electrodomésticos, entre otros, funcionaron normalmente, aunque algunos optaron por no abrir.

La falta de transporte público y la adhesión de los sindicatos vinculados a la educación interrumpieron el dictado de clases en todos los niveles, principalmente en el sector público

Los bancos permanecieron cerrados en su totalidad, con solo los cajeros automáticos operativos. En la gastronomía, la huelga fue calificada como “contundente” y varios establecimientos cerraron desde temprano.

En algunos locales gastronómicos se registraron escraches, principalmente pintadas en contra de la reforma laboral. La UTHGRA repudió estos actos y se solidarizó con los afectados, reafirmando su compromiso con el derecho a huelga y el respeto hacia quienes deciden trabajar.

El paro también tuvo un impacto significativo en las dependencias estatales, la salud y los servicios municipales. Se vieron afectados, además, las salas de juego con el cierre de casinos. Sin embargo, las estaciones de servicio, talleres mecánicos y locales de repuestos para vehículos funcionaron en su mayoría con normalidad.