La crisis hace que los consumidores cambien de hábitos y al comprar lo hacen por unidades

Con la inestabilidad económica reinante, desde “el Retrato…”, recorrimos diferentes locales de alimentos para conocer la situación del sector y cómo han cambiado los hábitos de compra de los marplatenses. Muchos son los que hoy compran por unidades en las verdulerías y fruterías y por determinada cantidad de pesos.

“La gente compra según la plata que tiene a disposición”

De esta manera, por el lado de Granja Esperanza, local 17 de las Ferias Comunitarias Independencia, el encargado Alejandro Veble sostuvo: “desde diciembre, con el cambio de gobierno, hubo cierta inercia consumista con las promociones. Y todos éramos conscientes que el peso cada día valía menos. Luego de que entramos en la postura de no emisión y la falta de dinero en el mercado, se nota, y en distintos rubros, la baja de venta, del volumen de gente”.

En esta línea, detalló: “este abril fue notorio. Los dos primeros fines de semana se vendió bien mientras que los últimos dos bajó un 20, 30%. También tengamos en cuenta que es fin de mes y aumentaron los costos fijos”.

La familia Veble trabaja hace 20 años el local. “La clientela se renueva en un porcentaje. Estamos en una zona de colegios y universidades. Cada año empieza gente nueva, además como zona residencial también hay gente que se muda. Pero también está la gente del barrio, de los distintos comercios, bancos, clubes, que siempre viene”.

Asimismo, informó que “la gente compra según la plata que tiene a disposición. Eso ya viene sucediendo. Se vio también durante la pandemia, que la gente compraba lo que podía”. En este sentido, recalcó la importancia de “las promociones con Cuenta DNI, del Banco Nación y con distintos medios de pago. Representan un 40% de nuestras ventas”.

En este contexto, respecto al futuro, manifestó: “A nivel país, estamos tomando un rumbo de organización, tratando de buscar un equilibrio. Cuando se afecta el consumo, también nos afecta. Igualmente, estamos hablando de comida y la gente tiene que comer. Hubo una merma en el consumo, pero también bajadas de precio. Qué es lo normal, por el contexto. Hacia el futuro, va a continuar la baja hasta que se recupere el poder adquisitivo de la gente”.

“La gente cuida el bolsillo y compra menos cantidad”

Por su parte, el dueño de la frutería y verdulería Nahuel, también en las Ferias Comunitarias de Independencia, Marcos Villalba, sostuvo: “la gente, por lo que estaba valiendo la verdura y la hortaliza, mira un poco y resuelve de otra manera. Le busca por otro lado, pero los precios ahora han bajado y están accesibles. Tan accesibles que la gente ahora puede comprar”. En esta línea, detalló: “hace dos semanas, un paquete de acelga valía 1.800 pesos, y ahora vale 900”.

Asimismo, comunicó: “cuando falta algún producto, alguna mercadería, se cotizan por el momento. Pero generalmente los valores son normales. La variación es poca”. Además, reivindicó las promociones que aprovechan sus clientes. “Ahora que la Cuenta DNI se extendió durante toda la semana, la gente compra. Hoy, por cómo está la situación, aprovecha todos los descuentos”.

Sobre su público consumidor, señaló: “es un público de muchos años, porque estamos en una feria comunitaria familiar. La gente del barrio sigue siempre, siempre sigue. Entonces la tenemos que cuidar y atenderla bien y darle el producto y los precios accesibles para que pueda venir. Es la que nos sostiene a nosotros durante todo el año”.

En este sentido, informó: “hay mucha gente que antes compraba 3 kilos de tomate, 2 kilos de cebolla, 3 kilos de zanahoria, 3 paquetes de acelga, pero el sistema ahora ha cambiado a la situación de cómo está todo. Antes la verdulería era una de las cosas que compraba muy barato y, a razón de que los productores o el químico que lleva la fruta, la tierra, el trabajo, se convirtió la fruta en uno de los productos más caros. Y compite con la carne. Ahora la gente cuida el bolsillo y compra menos cantidad. Compra lo justo y necesario porque sabe que, si se le echa a perder un tomate, tiene un costo importante”. 

Por último, respecto al futuro, manifestó: “hay que darle tiempo a esto hasta noviembre más o menos. Calculo que se van a acomodar y van a estar un poquito más accesibles. También depende del presidente que ayude un poco, qué es lo que la gente necesita”. Así, agregó: “la gente joven, de edad media para abajo necesita un apoyo para poder sostener lo que él dice que hay que aguantar. Después, la gente de edad media para arriba puede comprar un kilo de tomate, un kilo de lechuga, dos kilos de banana, un kilo de asado, pero el problema está en la gente de la edad media para abajo, en la que la está sufriendo y la que la está pasando mal”.

“En el consumo bajó la cantidad, no la calidad” 

Por otro lado, Martín, quien posee un local de autoservicio en García Lorca 4417, manifestó que “se notan cambios en los hábitos de compra de la gente. Se notan porque no baja la calidad, sino, mayormente, la cantidad que compran. Siempre en función de lo que tienen”.

En esta línea, agregó: “es doloroso ver a una persona que trabajó todo el día, de sol a sol y no se puede dar algún gusto, como para el cumpleaños del hijo. La gente decide entre ir a una confitería, comprar una torta o elaborar una. Y si es un consumo diario, la gente elige una cantidad más económica. En vez de llevar una Coca de dos litros, vas a consumir una Coca de litro y medio. Como comerciante, me doy cuenta en lo que compro y queda. Entonces, ahí te das cuenta que el consumo está. Lo que bajó fue la cantidad porque, obviamente, no se tiene el mismo dinero”.

En este sentido, precisó que “el local es histórico en el barrio. La clientela es siempre la misma. El mismo cliente que me compra el litro de leche todos los días o días por medio es el mismo cliente. Acá no hay turismo. No hay masividad de gente por temporadas”.

“Por mi política de trabajo, dejé mi negocio como autoservicio porque lo veo como un servicio al público. Este 1° de mayo, un negocio de comida, de pan diario, que vende leche, no puede cerrar. En vez de trabajar, tendría que cerrar un día antes o un día después, pero no ese día porque es un servicio al público”, manifestó sobre si la situación económica afectaba su negocio. Así, detalló que: “negocios de comida diaria afectan directamente a las personas cuando cierran”.