Club Alvarado: en el recuerdo 1964. Hace 60 años ascendía con juveniles

En 1928 Mar del Plata crecía por su belleza, las playas y el turismo de los  que podían viajar a “la Biarritz” del Atlántico. En junio en medio del ascenso de clubes de barrio -varios ya existían- nació Alvarado, en Mataderos.
Un grupo de vecinos que se reunía en una confitería que tenía almacén bajo el nombre de “Puente de Alvarado”, remisión a una familia española se encargó de darle vida a un club de barrio. 
Herederos del Mar Cantábrico, se adelantaron al laureado film “Ocho apellidos vascos”. Fundaron el club, los amigos Rojo y Alvarez, entre otros recordados por historiadores del club de Mataderos.
El fútbol marplatense exhibía a una figura como atacante, Angel Tazza del club Gral. Mitre. El goleador local que tuvo como correlato a fines de los´40 a Alberto Piovano, pasó a Ferro y convirtió más de 75 goles
Apodado “Tazzita” por el tremendo remate de zurda, Piovano titular en Ferro -se inició en Independiente local- entre 1949 y 1956. En el tiempo que Alvarado disputaba la liga de los barrios, otros emigraban.
Mar del Plata en los´40 con 200 mil habitantes ya destacaba a varios que quedaron en la historia: Carlos “Chueco” Varela, Herminio “Pierino” González, Roberto “Turco” Saba y el zurdo de clase Luis Raúl Cardoso.
Alvarado por entonces ganaba tres títulos de Liga de Barrios. Con una curiosidad: cuatro hermanos de apellido Cardoso, con “s” como el ex  “crack” de Independiente, Palmeiras, Boca y la selección nacional del´59
 El destino tenía reservado un lugar al Club Alvarado en tiempos que  el militar nacional Juan Velasco Alvarado tomaba el Poder en Perú. Un apellido vasco impactó además, en Chile, Colombia y México.
 En los´60 luego de una serie triunfal del Club Quilmes, ganador de cuatro  títulos, dos extraordinarios delanteros, Juan Marcelino Cornejo y el regresado Cándido González, ex Huracán, Tigre y Ferro, ascendió Alva.
 Aquí aparecen nombre y apellidos de pibes. En el´64, lo que motiva el recuerdo, a 60 años, Julián Zibecchi, Miguel Lhomy, el goleador Tarillo, ya experimentado igual que el defensor Etchecopar, también “Vasco”.
 El testimonio de otra figura del tiempo y de la fama perdurable, el gran Julio Santella, histórico “5” de Unión de Mar del Plata, luego Estudiantes  de La Plata -la “Tercera que Mata”, suplente de Carlos Pachamé- resume
“Tanto Alvarado como Unión, <ellos< populosa zona obrera de Mataderos mientras <nosotros< no lejos, barrio menos intenso, cercanía de la “Vieja Estación del Ferrocarril”, San Juan y 9 de Julio. Cerca Cadetes de San Martín”
 “La rivalidad de clubes de barrio le daba un colorido a la Ciudad. No sólo  en el fútbol. También en el básquetbol. Otros tiempos. Nos conocíamos  todos. Alvarado al cabo sobresalió del resto de ese puñado de clubes Chicos”
 “La anécdota revela que ellos iban a dar la vuelta olímpica en Mataderos diez mil personas en las tribunas y cinco mil afuera, nosotros en un micro “La Explanada”, de un directivo, usado como vestuario.
 “Alvarado se puso en ventaja, gol de Tarillo, rápido en el área y en el ST. Zibecchi marcó el segundo. Faltando 10 minutos, el 9 nuestro, espigado, buen juego aéreo, “Cholo” Ciuffardi descontó”, siguió Julio
 “Faltaban dos minutos, la fiesta en marcha. Pañuelos y globos azules en las tribunas de madera. Un córner para nosotros. Un rebote en el área. Estaba en la media luna y la tomé de aire”, contó
“Salió un golazo, algo que no me tenía a mí como costumbre siendo “5” y pocas veces en el área rival. El 2 a 2 arruinó la fiesta. Debimos salir con la ropa puesta, por atrás”, evocó.
“Menos mal que el micro no estaba en la entrada principal”  concluyó Santella en los´90 super-campeón “Profe” al lado  de Carlos Bianchi. Primero ganando con Vélez, luego Boca
 En el recuerdo aparecen por Alvarado´64 Vega en el arco, en defensa Martínez, Etchecopar, Sabugal, Hugo González Acosta, luego San Lorenzo local además de los citados.
 Alvarado equivalente a Argentinos Jrs. en la Capital promovió  tres generaciones de notables. Enseguida, subcampeón en la Liga Marplatense, primera división.
 Atención: Jorge Olguín y Alejandro Lofredo a San Lorenzo de Almagro, apenas 17 años el primero y 18 el delantero. El habilidoso José Palacios a Boca, luego Unión Española, Chile
 Hubo otros que no llegaron tan lejos. El “Toto” Roldán. El 9  talentoso Torre, ya en los 70. Roldán un puntero derecho rápido refuerzo de Kimberley Nacional 73. 
 Mataderos vivió la fiesta del fútbol hasta pasados los años 80.   Allí debutó para Círculo Deportivo, Guillermo Trama. A los 17  Un golazo suyo. Tal vez ya había jugado, “descubierto” ahí
 Corría 1969 e ir a Mataderos, aquí, equivalía ir a la cancha de Nueva Chicago en la Capital Federal. La muchedumbre vibraba Otros tiempos. Aquí y allá.
 Desde hace un cuarto de siglo la rivalidad se instaló entre Alvarado y Aldosivi. Mataderos versus el Puerto. El folklore del fútbol local, guarda dimensión en dos clubes populares
  Hoy, la vida deportiva de Mar del Plata es otra. No obstante el “semillero” local no decae. Según los que cultivan divisiones inferiores, Roberto Gonzalo y “Beto” Galluzo, subrayan
  “Por fines de semanas más de 400 pibes de los treinta clubes locales viven la ilusión de ir al fútbol grande. De pronto, lo del “Dibu” Emiliano Martinéz es el sueño. Saltó con 16″, dice Gonzalo
  “Antes entre los´80 y 90 la fama alcanzó a Germán “Mono” Burgos,  Juan Esnaider, llegaron al fútbol de Europa. También Wálter Erviti Giuntini, el rubio Christian Menéndez, sin olvidar al Ruso Rodríguez”
“Hoy figura en Argentinos Jrs”, recordó “Cacho” Gonzalo, con 80 años. Entre sus palmares “descubridor” del “Burrito” Ariel Ortega en Jujuy -Gonzalo DT. allá- Wálter Erviti y el propio “Dibu”
El imaginario remite a la grandeza de José María Minella, quizá el gran precursor de futbolistas locales en el fútbol grande. En los ´30 y ´40 el “Pepe” nos llenó de gloria.
Capitán en Gimnasia y Esgrima La Plata, el Expreso del Bosque, gran campaña 1933; luego el 5 de River bicampeón 1936/37 La selección.
 Sudamericano de Lima 1935.
Como DT de River, títulos 1947, 52, 53, 55, 56 y 57. Por su nombre y  apellido honra al fútbol marplatense y lleva el estandarte del Estadio Mundialista desde 1978. Varias generaciones ignoran el pasado glorioso de Minella.
El fútbol como una gran pasión aún en una Ciudad que ha impactado siempre por su belleza de las playas. Mientras Alvarado sigue dando alegrías a los suyos.
Será Justicia..
Por: José Luis Ponsico