Golpe a la industria naval: Incorporarían cinco barcos usados a la flota pesquera

“Queremos seguridad para quienes salen a navegar”, manifestó Gabriela Sánchez, hermana del capitán y víctima del hundimiento del buque Repunte, Gustavo Sánchez. En este sentido, en diálogo con “el Retrato…”, contextualizó: “nos llegó la información que existe la intención de entrar a la flota pesquera cinco barcos usados, y el que menos años tiene son 25 y 43 el que más”. Así, “sería un retroceso enorme en cuestiones de seguridad y de trabajo en los astilleros”, advirtió.

Por eso, desde el colectivo “Ni Un Hundimiento Más”, enviaron una nota al subsecretario de Pesca de la Nación, Juan Antonio López Cazorla y al subsecretario de Industria de la Nación, Javier Cardini. En dicho documento, expresan su preocupación por la posible importación de “al menos cinco barcos pesqueros usados, cuyas antigüedades son de 43, 37, 36, 35 y 25 años”.

En esta línea, Sánchez señaló: “esperamos que los funcionarios nos respondan. Cazorla está desde hace muchísimos años en el Consejo Federal Pesquero, que es la autoridad que va a permitir o no la entrada de los buques de estos usados”. No obstante, por otro lado, informó que no se sabe cuáles son las empresas interesadas en traer los barcos usados.

“No es casualidad que estos barcos que quieren traer tengan más de 25 años”

Sobre los barcos europeos que se quieren importar, Sánchez manifestó que no es casualidad “porque a los 25 años, en la Unión Europea, son dados de baja”. Así, observó que “como ya no son más para producción, los empresarios tienen que deshacerse de esos barcos y ¿qué mejor que poder venderlos a otra empresa?, y se venden a un precio menor al de mercado”, por eso el interés. “No hay forma que la industria naval argentina pueda competir con esos precios”, precisó.

De esta manera, Sánchez planteó problemas graves que acarrea esta situación. “El primero es el tema de la seguridad. No sabemos en qué estado estuvieron, no sabemos cómo se cuidaron. No hay manera de saber esas cosas”. Asimismo, subrayó: “otra cuestión es técnica, pero importante, y son las modificaciones que les hacen a los barcos. Porque no es lo mismo navegar en el Mediterráneo, que navegar en nuestro mar, en el Atlántico Sur. Esas modificaciones impactan en la seguridad de los barcos”.

En esta línea, recordó: “el informe que realizó la Junta de Seguridad en el Transporte sobre el Repunte. Encontraron que la causa principal del hundimiento fueron las modificaciones que le hicieron al casco”.

“Por otro lado, una tercera cuestión, es que la industria naval, los astilleros de Mar del Plata están produciendo y se está comenzando una renovación de forma muy incipiente, pero se está haciendo. Con barcos nuevos, y que dan trabajo a muchos marplatenses”, informó Sánchez.

Con este panorama, si se importan los barcos, “tendríamos, nuevamente, en la ciudad más desocupación. Tendríamos, otra vez, problemas de menos puestos de trabajo. Son cosas que realmente a nosotros nos preocupa muchísimo, sobre todo, la seguridad de los tripulantes. La mayoría de nuestros familiares siguen trabajando en la pesca, lo que queremos es seguridad para quien sale a navegar. Que la industria de la pesca sea fuerte, pero que brinde seguridad a los trabajadores”.

“Tenemos una de las flotas más viejas”

Sobre la actualidad de la flota pesquera, Sánchez rememoró que “en los noventa entraron muchos buques usados y quedaron en la flota argentina. Por eso, tenemos una de las flotas más viejas en uno de los caladeros más importantes del mundo. Durante años, fue una política pesquera no permitir la entrada de barcos usados a la Argentina. Ahora, con el nuevo Gobierno Nacional que ha relajado todas las cuestiones relacionadas a lo estatal, nos encontramos con esta noticia nefasta”.

Por eso, “tenemos que discutir un proyecto real y posible de renovación de la flota pesquera”, manifestó Sánchez. No obstante, reparó en varios obstáculos. “Con el Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) 149/19, se les otorgó a los empresarios pesqueros 20 años para renovar la flota con barcos menores a 40 años de antigüedad. La industria pesquera no está en decadencia, tiene buenos dividendos. ¿Por qué van a querer renovarse, si tienen la posibilidad de traer barcos usados y todavía tienen 15 años más para volver a cambiarlos?”, analizó.

Asimismo, advirtió que “en este contexto donde hay tantas urgencias, pareciera que esta problemática no es tan importante. Pero, en estos mismos momentos, los barcos viejos siguen navegando”. Además, discurrió que “la mayoría de la gente tiene muy poco conocimiento de lo que pasa en el mar respecto a la pesca. Además, desde el 2000, se hundieron sesenta y cinco barcos. Es una locura”. Por eso, recalcó la importancia de visibilizar y concientizar a la sociedad sobre la problemática y convocó a las autoridades políticas a accionar con medidas concretas.