Dos médicos de la Clínica de Fracturas y Ortopedia a juicio oral por mala praxis

El trágico fallecimiento de Natalia Engler en agosto de 2018 ha desencadenado una serie de eventos legales que ahora están llegando a su punto álgido. A sus 22 años, Natalia enfrentó una intervención quirúrgica en la Clínica de Fracturas y Ortopedia de Mar del Plata, una experiencia que debería haber sido un paso hacia su recuperación, pero lamentablemente resultó fatal.

Los detalles del incidente revelan una cadena de decisiones y omisiones que podrían haber cambiado el curso de los acontecimientos. Después de la cirugía, el retorno de Natalia a la clínica con síntomas preocupantes, como dolor e inflamación, debió haber desencadenado una respuesta médica más proactiva. Sin embargo, su situación no fue tratada con la seriedad y urgencia que requería, afirmó el doctor Julio Razona, quien es el   representante legal de la familia de la víctima,

El testimonio presentado por  Razona pone de relieve la falta de acciones preventivas por parte de los médicos involucrados. Se argumenta que la atención adecuada y la observación continua podrían haber evitado el fatal desenlace. La ausencia de pruebas diagnósticas cruciales, como el estudio de Dímero D, y la omisión de medidas estándar, como la hospitalización para observación, plantean interrogantes sobre el nivel de cuidado proporcionado a Natalia.

La negativa al pedido de sobreseimiento indica que las autoridades reconocen la gravedad de la situación y están dispuestas a llevar a juicio a los médicos acusados por homicidio culposo. Esta decisión refleja el compromiso de buscar justicia para Natalia y su familia, así como la necesidad de responsabilizar a los profesionales médicos cuando su negligencia resulta en consecuencias trágicas.

Ahora, mientras el caso se prepara para ser elevado a juicio oral, la esperanza de la familia de Natalia es que se haga justicia y se establezcan medidas que prevengan tragedias similares en el futuro. La memoria de Natalia Engler perdurará no solo como una víctima, sino como un recordatorio de la importancia de la atención médica diligente y el cumplimiento de los estándares profesionales más elevados.