A pesar de los dichos del Secretario de Seguridad , Rodrigo Goncalvez sobre que se está trabajando con la Policía en el tema del robo de caballos, la “desaparición” de esos animales sigue dándose sin freno especialmente en la zona semirrural de General Pueyrredón. Esto habría motivado que vecinos, especialmente de Batán , Chapadmalal y Sierra de los Padres quienes mas sufren este tipo de delitos, los llevarán a plantear el tema ante las autoridades de Seguridad de la Provincia.
Entienden que el accionar de la Patrulla Rural, que es quienes deberían encargarse de este tema, no es lo suficientemente efectiva para lograr detener estos hechos.
Si bien han reconocido que desde la Municipalidad a través de Inspeccion General han comenzado a actuar sobre cierto sector de carnicerías que utilizarían carne de equinos para la fabricación de chorizos, hamburguesas , empanadas o milanesas, alimentos a los que generalmente se les pone mucho condimento para “disfrazarle el sabor”.
Lo cierto que aún no se ha podido ubicar con certeza a quienes llevan adelante este tipo de delito , y al igual sucede en otras parte de las Provincia, los ladrones atacan terrenos que son inaccesibles. También salen los días de luna llena y los días de lluvia, que es cuando los patrulleros no salen a algunos caminos de tierra por el barro.
Lo cierto es que los malvivientes parecen moverse con total astucia e impunidad para poder cometer los robos demostrando contar con una estudiada logística. Hay una verdad tabién para los investigadores es difícil poder controlar el cuatrerismo por la carencia de recursos, lo extenso del territorio a cubrir en la campaña y a veces por la falta de hábito de los dueños de los caballos en mantenerlos a buen resguardo ya que estos están sueltos en los campos y alcance de cualquier delincuente. Hoy el robo de caballos es un negocio redituable, que está organizado y son numerosos los damnificados por este accionar delictivo.
En lo que respecta a Mar del Plata, uno de los últimos hechos que tomó cierta trascendencia fue el robo de un reservado, un sábado por le noche, que un tropillero había dejado en el corral del campo de jineteadas para una fiesta criolla a llevarse a cabo en un campo de la avenida Polonia , y desapareció como por arte de magia, y nunca mas pudo ser hallado.
Muchas veces los restos de esos animales, seca cabeza o cascos, mas el cuero quedan en medio del campo e inclusive en algunos casos tratan de quemarlos para no dejar rastros o enterrarlos.
Hoy la situación pareciera se ha salido de control de quienes tienen esa obligación, por lo que el planteo dejará de realizarse ante las dependencias policiales locales, para trasladarse a la Capital Bonaerense.