Mar del Plata, la “Ciudad Infeliz”, donde la delincuencia manda en las calles

“Si me robás la voy a encontrar hijo de puta. Tengo cámaras vigilando la camioneta. No arranca ni tiene batería…” dice el original mensaje que un vecino de la zona de Azcuénaga y Tucumán dejó pegado, de puño y letra, en el vidrio lateral de su Toyota ante la ola de robos y asaltos que sacude a ese barrio y que se ha acrecentado en los últimos tiempos.

En la zona, en los últimos tiempos se llevaron otra “chata” estacionada a escasos metros de donde está hoy el vehículo originario de Japón. También a escasos metros del lugar, fue asaltado un conocido periodista a quien le arrancaron un morral con cámara de foto profesional y lentes varios, más toda la documentación personal pertinente.

Pero no todo termina ahí para los sufridos vecinos, ya que también se “levantaron” un Peugeot 206 que luego de casis dos meses apareció desguazado en el sector de Balcarce y Champagnat.

Hace escasos tres meses atrás ingresaron a una vivienda, tras violentar pesadas rejas y se llevaron una moto de Buenos Aires y Azcuénaga.

Pero el ataque de los “motochorros” no para. Una mujer fue literalmente arrastrada varios metros para terminar sacándole la cartera, cuando transitaba la zona, y en la intersección de Larrea y Tucumán a una jovencita, amenazas de por medio, le arrebataron el celular.

Lo insólito que todo sucede a escasas 4 cuadras donde funciona el Comando de Patrullas. Todo suena raro y hay quienes no dudan que esas calles del Barrio San Carlos es “zona liberada”. Lisa y llanamente dejada sin custodia, o quizás sea una marca más de la ineptitud de quienes tienen a cargo la seguridad.

Sin hacer un análisis profundo y atento a lo que se está viendo, Mar del Plata hace agua en ese sentido. La famosa Secretaria de Seguridad ha pasado solo a ser una oficina más, donde hay funcionarios que evidentemente no funcionan, pero que si cobran a la hora de hacerse de sueldo.

Barrios completos están abandonados a su suerte. Una Mar del Plata infectada de inseguridad de la que podría decirse que “en cualquier lugar que se apriete salta pus…”

La pregunta del final es ¿será tan difícil, no decimos desaparecer, frenar  siquiera a quienes delinquen en motos?, ya que generalmente andas de a dos: uno baja arrebata, o amenaza y el otro hace de aguante… ¿No se puede prevenir implementando controles reales?. No esas fotos haciendo multas y que parecieran querer mostrar que no les han ganado las calles?.

Son una mentira. En este último tiempo las calles son de ellos. Los que eligieron, arma en mano, adueñarse de todo; inclusive de la vida de alguien si es que se niega a entregar su bien ganado con esfuerzo y sacrificio.

Hoy nos ocupamos del barrio San Carlos, por citar solo alguno. Mañana puede ser el Coronel Dorrego, el Stella Maris, el 180, Santa Rita, Puerto… y así podríamos seguir enumerando a los mas de 170 que existen y los casi 80 asentamientos populares.

Señores funcionario no se olviden de aquel poema de Bertolt Brecht que tituló:

Ahora vienen por mi, pero es demasiado tarde

Primero se llevaron a los judíos,
pero como yo no era judío, no me importó.
Después se llevaron a los comunistas,
pero como yo no era comunista, tampoco me importó.
Luego se llevaron a los obreros,
pero como yo no era obrero, tampoco me importó.
Mas tarde se llevaron a los intelectuales,
pero como yo no era intelectual, tampoco me importó.
Después siguieron con los curas,
pero como yo no era cura, tampoco me importó.
Ahora vienen por mi, pero es demasiado tarde.

……….

Todo llega.

                                                                               Miguel Avellaneda