“Este primer encuentro dio muchísimos frutos”, afirmó la coordinadora de la Mesa de Diálogo por la Dignidad de las Periferias, Ana Laura Vulcano. Además, en diálogo con “el Retrato…”, manifestó que “es momento de unir voluntades” y “una oportunidad para hacerse cargo de los dolores y de los pesares de los más vulnerables”. Afirmó también que “todo esto está atravesado por un tema que en Mar del Plata no se toma tanto en cuenta y nosotros queremos darle visibilidad, que es la droga”
De esta manera, calificó el primer encuentro de la Mesa de forma positiva. “Fue muy rico el espacio porque estuvieron representados muchos sectores y se trataron varios ejes”, aseguró Vulcano. “Se trató, por ejemplo, el problema alimentario. El objetivo final es que la gente coma en su mesa, en su casa, lo que quieran, que tengan la posibilidad de elegir. El comedor es un accidente en este momento, también viendo que no les llega comida y lo estamos reclamando”, informó.
Asimismo, la Mesa debatió “respecto a la falta de trabajo, se sumó la paralización de las obras de la secretaría de Integración Socio Urbana, por lo que mucha gente de las cooperativas se quedó sin trabajo. Es un problema enorme. Desde Cáritas y el Obispado podemos dar la seguridad que esas obras se hicieron con transparencia y con el trabajo de muchas obreras y obreros. Unas obras increíbles como el club barrial Divino Niño en San Jacinto, el MTE ha hecho casas y barrios, centros culturales”
En este primer encuentro, estuvieron representados muchos espacios. Movimientos sociales, la CTA (Central de Trabajadores de la Argentina), Libres del Sur, Movimiento Evita, el MTE (Movimiento de Trabajadores Excluidos), universidades públicas y privadas como Fasta y la UNMDP (Universidad Nacional de Mar del Plata), presidentes de Sociedades de Fomento, diversas Pastorales, Hogares de Cristo, directoras de escuela, espacios religiosos y empresarios del Parque Industrial, entre otros.
Por otro lado, respecto a la situación general de Mar del Plata, Vulcano indicó que “el 57% de pobreza que la UCA (Universidad Católica Argentina) informó hace unos días, se puede ver nítidamente en la ciudad”. Así, manifestó que “la gente no tiene trabajo. Hay mucha incertidumbre respecto a los planes sociales. También hay gente que no está acostumbrada y le cuesta y le duele, tener que llegar a una caridad a pedir un plato de comida. Hay mucha gente a la que no le alcanza. Es muy preocupante también la mala alimentación en niños y niñas. Es una situación muy dolorosa”.
Asimismo, indicó que “todo esto está atravesado por un tema que en Mar del Plata no se toma tanto en cuenta y nosotros queremos darle visibilidad, que es la droga. En situaciones de tanta crisis, aprovecha el narcotráfico para ingresar de forma compulsiva a la ciudad. Hoy la droga atraviesa tanto la periferia como la ciudad en sí. Esto lo vemos claramente en los Hogares de Cristo, donde atendemos a familias enteras”.
Por eso, señaló que “es momento de unir voluntades. Como dice el Papa Francisco, es momento de subirnos todos a la misma barca. No importa de qué religión es cada uno, no hay que preguntarse eso. Hay que preguntarse si somos todos conscientes que tenemos que ir por dignidad y justicia para todos. Si queremos paz social, tiene que haber justicia”.
En esta línea, dirigió un mensaje para la comunidad marplatense y los dirigentes políticos de la ciudad. “Es una oportunidad para hacerse cargo de los dolores y de los pesares de los más vulnerables y pobres. Es momento de hacerse cargo. Estas crisis dan la oportunidad de mirar y comprometerse a hacerse cargo de la situación. La única forma que podemos salir adelante es recibiendo la vida como viene y trabajando cuerpo a cuerpo con la gente. Los funcionarios, además de pensarlo y quererlo, tienen la obligación de hacerlo. Esto es una oportunidad en la que todos vamos a poder hacer algo para sacar adelante a esta gente y poder superar esta crisis”.
Por último, informó los pasos a seguir como Mesa. “Vamos a pedir una reunión con las autoridades municipales y con la provincia para ver qué podemos articular para ayudar a estas periferias tan dolorosas. Además, parece que todo esto se va a ir agravando. No se ve una luz. Desde el Obispado, sabemos que estas crisis traen siempre una esperanza. Pero esa esperanza, debe ser una esperanza organizada. La palabra organización está devaluada, pero es lo único que nos va a sostener. Cualquier tipo de organización, pero que el pueblo se pueda organizar”, concluyó.