No alcanza con la promesa de bloques opositores, oficialistas y cuasi oficialistas con no votar los artículos vinculados con la reforma de la Ley Federal de Pesca para llevar tranquilidad a los distintos actores pesqueros.
Para tener una idea de cuan grave es esta situación, hay que buscar algo con que compararlo, y para ello hay que remontarse 25 años atrás, cuando se trató la Ley de Emergencia Pesquera, allá por el año 1999.
El 30 de mayo de ese año, las embarcaciones pesqueras (casi exclusivamente de Mar del Plata) iniciaban su navegación con destino al puerto de Buenos Aires. El objetivo, cerrar el acceso a ese puerto hasta tanto no se tratara la Ley de Emergencia Pesquera que serviría para preservar el recurso ictícola mas importante, en ese momento, de nuestra industria (La merluza), sin que ello significara la perdida de miles de puestos de trabajó para los marplatenses.
Fue el propio intendente marplatense, Elio Blas Aurelio Aprile (ya fallecido) quien dio la orden simbólica de partida a las mas de 100 embarcaciones que emprendían ese desafío de defender nuestra industria pesquera.
Pero por la ruta provincial número 2 partía una caravana interminable de vehículos (colectivos, autos, camiones, y hasta motocicletas) con destino al Congreso de la Nación, donde los Diputados Nacionales, debían tratar el proyecto que ya contaba con media sanción del Senado.
Una multitud de marplatenses despedían a los trabajadores del puerto, los empresarios, las ONG, trabajadores municipales y comerciantes. Mujeres, hombres, niños con cánticos, aplausos, pancartas y hasta un maltrecho cartel escrito en un cartón con alguna letra faltante, fruto de la mano de un chico de 8 años, que tenía a su padre en esa marea humana que iniciaba el camino hacia la Cámara de Diputados, para ejercer su derecho a la «Legítima Defensa«.
Hace casi 25 años, un 30 de mayo de 1998, se produjo lo que se conoció durante muchos años como «EL BARCAZO» que en definitiva logro su objetivo, por que no hubo ningún legislador ni ningún funcionario, que se atreviera a desafiar la voluntad de un pueblo movilizado.
Jugaron intereses de capitales extranjeros – como ahora, SI; hubo funcionarios ignorantes – como ahora, SI; hubo mucho dinero en juego – como ahora, SI; hubo amenazas – como ahora, SI; hubo posicionamientos políticos distintos – como ahora, SI; hubo fuerzas de seguridad con orden de reprimir – como ahora, SI; la iniciativa venía de un gobierno legítimamente constituido – como ahora, SI. Pero también como ahora, hubo una férrea voluntad de una parte del pueblo que dijo NO a la entrega, que guardaba la legitimidad de la «Defensa propia».
Se han recibido promesas de no votar el articulo de la Ley Ómnibus que pretende modificar la Ley Federal de Pesca, por parte de los Bloque del PRO, de Hacemos Coalición Federal, y de una parte importante de la UCR. Esto junto a los diputados de UxP y de la Izquierda, haría que la LLA no logrará los votos para «extranjerizar el Mar Argentino«.
No obstante ello, lejos están Sindicatos, Cámaras Empresarias, y funcionarios provinciales y municipales de localidades pesqueras, de dormir tranquilos. Y no lo estarán hasta que la próxima semana se marque en el el tablero, de la Cámara de Diputados de la Nación, una mayoría de luces rojas que garanticen los votos en contra del perverso mamarracho que significa esta Ley.
Con las pruebas sobre la mesa, es posible que el Gobierno no quiera ir a una sesión (de hecho ya la postergó hasta la semana que viene) donde puede recibir una derrota parlamentaria más estruendosa de la que ya tuvo en las comisiones (el 84 % de los expositores se pronunciaron en contra sobre la inconveniencia, no solo de su aprobación sino de ya de su tratamiento).
Como se dijo, nadie vinculado directa o indirectamente a la pesca, puede dormir tranquilo por estas horas. Fernando Rivera, presidente de la Cámara de la Industria Pesquera Argentina (CAIPA), destacó, en dialogo con Daniel Temperoni por Radio Brisas, que el proyecto de ley ómnibus que afecta directamente a la actividad pesquera «no tiene sentido» y afirmó que «el sector está muy preocupado».
«Al haber incertidumbre, las empresas pesqueras suspendieron las inversiones que estaban desarrollando y las construcciones de barco que tenían ordenadas». Lo dicho lo refrendó el titular del Astillero Contessi y Cia. S.A. Domingo Contessi, que informó ante las comisiones parlamentarias, la decisión de varias empresas de suspender la construcción de pesqueros nuevos, postergándolo hasta después de tener en claro como termina la nueva ley.
Por su parte Rivera remarcó y agregó que «una empresa que tenía un valor determinado antes de estas variantes, ahora pasa a no tener valor, ya que no sabe cuál es la situación que tiene si se sanciona o no la ley».
«Mar del Plata exporta, de la pesca, 900 millones de dólares al año. Te imaginas si la ciudad pierde ese ingreso, sería una locura» aseguro el empresario y aclaró que en caso de aprobarse, «para Mar del Plata podría ser letal, ya que tendría un problema de desocupación muy grande«.
El día 24 de Enero pasado, la convocatoria de la CGT a un paro con movilización en todos los lugares del país, tubo epicentro en aquellas ciudades donde la ley tiene efectos mas nocivos. Una de esas ciudades fue Mar del Plata, donde una columna de mas de diez cuadras por la avenida Luro copó la Plaza San Martín frente al palacio Municipal.
Claramente nos encaminamos a una manifestación como aquella de 1998. Otras formas, otros gobernantes, otros involucrados, otros motivos, otros participantes pero un mismo motivo, la defensa de la Industria Pesquera Nacional. No significará entonces, un caso de DESOBEDIENCIA CIVIL como lo quieren hacer ver desde el Ministerio de Seguridad de la Nación, se trata de un caso de DEFENSA PROPIA.
por Ricardo Alonso