Ricardo Alonso: Esta Ley de Pesca es la entrega de nuestros recursos pesqueros

“Modificar por medio de un mamarracho que llaman  pomposamente “Ley  de Bases y Puntos de Partida para la Libertad de los Argentinos” es liza y la entrega de los recursos pesqueros en nuestra zona económica exclusiva” afirmó Ricardo Alonso ex concejal y dirigente gremial ferroportuario a través de un documento enviado a “el Retrato…”

En la nota Alonso afirma textualmente:

Los artículos 26° y 27°, de la Ley Federal de Pesca N° 24.922, sancionada en 1997, no sin pocos conflictos, que el gobierno de Javier Milei pretende  modificar por medio de un mamarracho que llaman  pomposamente “Ley  de Bases y Puntos de Partida para la Libertad de los Argentinos” es liza y la entrega de los recursos pesqueros en nuestra zona económica exclusiva.

Los artículos citados en el párrafo anterior están referidos al otorgamiento de permisos de pesca y la asignación de cuotas de captura (CITs), respectivamente y son las condiciones jurídicas que se establecieron hace más de 26 años para terminar con los permisos irrestrictos que existían con anterioridad y que habían puesto en serio riesgos nuestros recursos pesqueros.

Es verdad que se violentaron artículos de la ley y que más de una vez, el mal manejo de la autoridad de aplicación la hacía vulnerable a intereses particulares, pero era un marco jurídico que había surgido del consenso de las partes y que permitían vivir en un marco de condiciones aceptables.

El Gobierno Nacional propone, en la “Ley Ómnibus”, que para “el otorgamiento de los permisos la autoridad de aplicación sólo podrá verificar los requisitos técnicos y de seguridad de los buques”, desechando la actual exigencia que prioriza, para el otorgamiento de los permisos a los buques que empleen mano de obra argentina en mayor porcentaje; aquellos construidos en el país y su menor antigüedad; y que agreguen mayor valor al producto final, lo que significa tirar por la borda los consensos logrados entre las empresa industriales pesquera, los armadores de buques, los trabajadores, la industria naval, los estados provinciales y el propio estado nacional.

Es aún peor. La propuesta del gobierno de Milei dice que el otorgamiento de los permisos “no podrán tener un tratamiento diferencial por el origen de los buques, su antigüedad o la mano de obra que empleen; ni por las características de las empresas titulares de los buques”. Esto abre una caja de pandora, donde las empresas extranjeras pueden avanzar sobre las nacionales sin obstáculos regulatorios de ninguna clase a pesar de tratarse de recursos no renovables, convirtiendo a la actividad pesquera en una anarquía jamás vista en ningún sector productivo en la Argentina.

Los artículos modificados disponen que las empresas podrán utilizar su cuota de captura mediante cualquier barco que tenga un permiso de pesca, sin priorizar la mano de obra nacional empleada ni su historial en el sector; aunque las empresas “que ya tienen cuota asignada tendrán una preferencia que les permitirá obtener hasta la mitad de la cuota que tenían al mayor precio ofrecido en la licitación”.

La existencia de flota pesquera antigua, obsoleta y que ya no pescan en aguas de sus propios países (España, China, Portugal, entre otros) necesitan de caladeros para seguir operando. Argentina les abre la puerta sin restricciones de ninguna clase y les permite acceder a nuestra ZEE, valorizando únicamente el mayor valor propuesto en una licitación internacional.

De lo que suceda en la Legislatura Nacional, con el proyecto de “Ley  de Bases y Puntos de Partida para la Libertad de los Argentinos” dependen más de 15 mil puestos de trabajo en Mar del Plata, y más de 40. Mil en todo el país, cientos de miles de puestos indirectos, cientos de empresas y economías regionales de ciudades del litoral atlántico argentino. La actividad pesquera, la Industria Pesquera, la Industria Naval, Proveedores y consumidores terminarán afectados por una propuesta inconsulta, arbitraria, improvisada y de venta de nuestros activos naturales.

Las empresas, los sindicatos, las provincias, no tienen interlocutores a nivel nacional, no se ha abierto un espacio de debate donde se plateen estos temas y las consecuencias de las medidas propuestas, estamos a la deriva con gobierno de improvisados.

Se necesitaba un cambio, es posible. pero …..  ¿este es el cambio que se quería? seguramente no.