El “Día del Periodista” y el recuerdo de Amílcar González líder en Prensa

El 3 de junio 2004, dejaba de existir Amílcar González. Una penosa enfermedad se lo llevó a poco de haber cumplido 65 años de edad. El “Flaco” Amílcar marcó un “antes” y “después” en la dirigencia sindical de los periodistas marplatenses. Nacido en La Plata el 16 de abril del´39, había llegado a “La Feliz” en el´ 65. Aquí construyó una etapa imborrable en Prensa.
El 7 de junio se conmemora el Día del Periodista por la legendaria aparición de “La Gaceta” fundada por Mariano Moreno. En Mar del Plata, González honró a la profesión que no siempre destaca -desde la conciencia- a quiénes ejercen el periodismo. En el´70 tenía un lugar de protagonismo en el crecimiento del llamado “Peronismo de Base”.
Amílcar González brilló por su fuerte personalidad donde el conocimiento iba a la par de un temperamento inclaudicable. Su padre procurador de la familia judicial platense y amigo  -alguna vez también empleado en el estudio jurídico- del legendario Ricardo Balbín.
 En la Universidad Amílcar se entreveró en las manifestaciones de “laicos” y “libres” invierno del´58 apoyando el reclamo callejero. Un líder natural que a los 20 años se destacaba en los claustros universitarios en La Plata. Donde jugaban fuerte algo más de 3 mil alumnos
 Pleno gobierno de Arturo Frondizi, llegado al Poder con apoyo de sectores del peronismo. La juventud universitaria vivió aquel tiempo político, intenso. En los´60 González se casó con Elsa Ferreyra y tuvieron dos hijos: Julia y Tomás. Se radicaron en Mar del Plata, en el´65, Amílcar ostentaba un pequeño récord: su régimen de lectura daba -aproximadamente- unos 400 libros leídos.
Delgado, estatura mediana y extraordinaria inteligencia, González  seleccionado” por un “Maestro” del periodismo, Roberto Propato, secretario de Redacción del diario “La Capital” fines de los´60. Fallecido a los 64 años Propato “lo adoptó” a Amílcar por su talento.  González alcanzó primera fama con el Suplemento de Cultura. Propuesta de Propato.
En esa Redacción, además, convivían Oscar “Coqui” Gastiarena, Pedro Sánchez, luego jefe de Noticias Radio Rivadavia a fines de los´70. Gastiarena dirigió los dos diarios locales “La Capital” y “El Atlántico”; con ellos el entrañable Néstor (Turco) Miguel, Antonio Freire y los legendarios jefes de Deportes, Helmer Uranga y Raúl Ramírez. 
 Una etapa inolvidable para aquéllos que participaron de una virtual “resurrección” del diario “La Capital” que había caido en las ventas en medio de un litigio judicial por deceso del propietario,Tomas Steganigni, lideró mucho después de la fundación a cargo de Victorio Tetamanti, comienzos del siglo XX.
 En poco tiempo, luego de una Intervención Judicial, el matutino a cargo del contador Elgard Ruberto, con el aporte de enormes profesionales del periodismo y el impacto de la publicidad desde la impronta de Alberto García Hernáiz, el apodado Chiche. De 5.000 ejemplares de venta en el 64, el espacio ganado por “El Trabajo”, en el´71 en verano, “La Capital” trepaba a 35 mil
González quedó a cargo del suplemento de Espectáculos y se relacionó, políticamente, con el histórico Carlos Alonso, reconocido militante del peronismo y referente del Sindicato de Prensa. El ubicuo jefe de Noticias de “La Capital” (Alonso) no soportó la crisis del gobierno de Isabel Perón. A fines del´75 se suicidó.
  Así, Propato llevó a González a ocupar un plano destacado en la actividad profesional y Alonso lo hizo a Amílcar secretario general del Sindicato de Prensa. En 1971 empezaba “la otra” historia. González y los molinos de viento. Formó una agrupación de prensa “Raúl Scalabrini Ortiz” y co fundador del “Peronismo de Base”.
 Una virtual cruzada político- sindical desde un gremio básicamente de “clase media” y no precisamente “revolucionario”, que lo catapultó a la Federación de Trabajadores de Prensa (FATPREN) y desde el peronismo local a ganarse durísimos enemigos desde la “derecha” marplatense, volcada a la CNU (Concentración Nacional Universitaria) 
Amílcar, un intelectual, vivió los años´70, en medio de la tragedia política, con su dignidad a cuestas. Sin conceder en el pensamiento donde sus principios eran inquebrantables. La defensa de los derechos de los trabajadores, la puesta de manifiesto que las empresas periodísticas “debían cumplir y mantener límites”, sin aislarse.
Lector empedernido perteneció a la generación de Rodolfo Walsh, del que fue amigo; también de Fernando (Pino) Solanas, sin dejar de reconocer méritos en David Stivel y Juan Carlos Gené, a los que entrevistó en el diario y luego invitó a la sede del Sindicato de Prensa, en 1972. González era un “todoterreno”.
Vivía con austeridad. Siempre alquiló -adquirió un departamento a los 53 años- y cuando tuvo la oportunidad en el´75 por un plan de vivienda impulsado por el gremio con otros sindicatos -el de Casinos, por ejemplo- la persecución política, posterior secuestro suyo por parte de grupos para-militares y la cárcel, no le permitieron acceder su vivienda. 
Otras referencias suyas fueron el cura (Carlos) Mugica, al que admiraba por su “transformación” y pasado “gorila”, aristocrático, a sacerdote de los pobres. “Es el único que puede movilizar a unos 5 mil villeros a la Plaza de Mayo”, decía. También tenía “debilidad” por otras figuras del peronismo “del barro”.
“Nadie se acuerda de Andrés Framini”, se enojaba Amílcar González ya en los 90, en plena apogeo del gobierno de Carlos Menem.  Por entoces, la biblioteca de González era parte de “una visita guiada” en su departamento de la calle Talcahuano, en la Capital Federal. Tenía más de 4.000 libros.
La fecha remite, asimismo, a otro “rebelde” sin concesiones como Dante Panzeri al que Amílcar valoraba por su desarrollo intelectual, aunque decía que “ser un fiscal solitario y situado como francotirador, desde lo político no construía”. No llegaron a tratarse. Panzeri falleció en abril del´78, a los 57 años.
Una conferencia inolvidable de Walsh en Mar del Plata, invitado por Amílcar, 7 de junio del 71, coincidieron en una reflexión memorable: “Los nacidos para molestar”, decían. Desde Severino Di Giovanni en adelante. Retrato que le cupo a ambos. En un pedazo de la historia del peronismo “combativo”.
Otra anécdota entre los dos notables, Walsh desde sus libros “Operación Masacre”, “El caso Satanovsky” y “¿Quién mató  a Rosendo?” entre los más recordados. Amílcar, por entonces corresponsal de “La Opinión” con notas memorables después del asesinato de la joven Silvia Filler, diciembre´71, en la Facultad de Arquitectura.
En una pizzería de la avenida Colón casi Av. Independencia, Amílcar decía: “Si el peronismo es una selva, si el escenario político es violento, si defender ideas es riesgo de vida, tratemos de pasar por la selva como animales de lujo” A lo que Walsh repetía: “Ser periodista, es ser alguien comprometido. No esconderse. Siempre fuímos liebres, nunca escopetas”
 Va de suyo en el recuerdo del Día del Periodista, dos que honraron la profesión.
Especial para El Retrato de Hoy
Por: José Luis Ponsico 
Columnista de La Señal Medios, Libre Expresión, Mundo Amateur y Agencia Nacional y Popular