Mario Rodríguez : Extrañanado a Raúl Alfonsín

Un día 31 de marzo, fallecía el ex Presidente de la Nación, Dr. Raúl Alfonsín. Han pasado ya 14 años. 

Seguramente Raúl Alfonsín estaría hoy bregando por la unidad nacional, como lo hizo toda su vida, instándonos a trabajar de manera mancomunada, dejando de lado nuestras diferencias, para ayudar a nuestro país en esta difícil coyuntura económica, consecuencia de la reciente y aún no culminada pandemia de coronavirus, de la guerra en Europa, y de una sequía que afecta a los sectores del campo. También estaría exigiendo responsabilidad a aquellos que tienen algún cargo de representación, sobremanera a los dirigentes de su partido, para que rechacen de manera contundente los discursos de odio, que exasperan aún más a una sociedad agrietada, con sus propias palabras…¨y cuando alguien venga, con su palabra confusa, con su ademán violento, a dividirnos, digámosle sencillamente: ahora no, ahora todos, ahora juntos, ahora Argentina¨.

Es preciso afirmar que el mejor homenaje que le podemos hacer a Raúl Alfonsín es repasar objetivamente su pensamiento y actuación, y tenerlo en cuenta de cara al futuro, en la necesaria construcción del progresismo, ya que su figura se engrandece y representa una referencia ineludible para amplios sectores de la sociedad argentina.

En momentos como estos, en que nuestro país se halla condicionado por una deuda externa derivada de un préstamo contraído de manera irresponsable por el anterior gobierno, es oportuno recordar que Raúl Alfonsín nos advirtió que ¨el problema de la deuda nos ha hecho muy vulnerables y más dependientes; en consecuencia muchas de las decisiones que son importantes para nuestros países, no se toman dentro de nuestros países, sino en centros financieros, que por la deuda externa tienen un control muy grande sobre las posibilidades de llegada de capitales o de inversión. Además la globalización de la economía nos hace más vulnerables, globalización de la economía que para nosotros no ha significado apertura de mercados, sino más bien movimiento de capitales financieros, que llegan a nuestros países, no con el propósito de hacer inversiones genuinas, sino de jugar a la bolsa en este gran casino universal que se ha inventado¨. Ante ello, resulta inexplicable que, desde la oposición política, y más aún desde la propia UCR, no se haga autocrítica al respecto, y se sugieran medidas neoliberales para resolver la crisis, cuando el mismo Raúl nos enseñó la importancia de construir una democracia social, de elaborar una modernización del llamado Estado de Bienestar, confrontando con las tesis neoconservadoras de Estado mínimo, de la democracia elitista, del mercado como nuevo fetiche al que hay que respetar absolutamente.

Hoy, cuando algunos sectores corporativos, mediáticos y judiciales se creen con autoridad para condicionar y jaquear a las instituciones democráticas, cobran actualidad sus palabras, dichas el día de su asunción como Presidente de la Nación; ¨Vamos a luchar por un Estado independiente. Hemos dicho que esto significa que el Estado no puede subordinarse a poderes extranjeros, no puede subordinarse a los grupos financieros internacionales, pero que tampoco puede subordinarse a los privilegiados locales. La propiedad privada cumple un papel importante en el desarrollo de los pueblos, pero el Estado no puede ser propiedad privada de los sectores económicamente poderosos¨.

El día de su fallecimiento, en el año 2009, el pueblo entero lo acompañó con mucho respeto, lágrimas y hasta cánticos. Para muchos de nosotros, Raúl Alfonsín es el padre de la democracia moderna argentina. Como defensores de las banderas de democracia social, libertad e igualdad, decimos una vez más que lo extrañamos y lo recordamos con creciente admiración, reafirmando sus convicciones y perspectivas de la política.

Por Mario Rodríguez

Ex Concejal Alfonsinista / Espacio Raíces