El proyecto, que llegó a Diputados con el acompañamiento del bloque de Juntos, propone “la reforma de dos normas que procure, por un lado, el manejo seguro para sí mismo del conductor y los acompañantes, sin molestias a terceros respecto de la emisión de ruidos provenientes de escapes libres; y por el otro, ejercer un control sobre la venta de caños de escapes modificados”.
En ese sentido, la iniciativa presentada por Miranda establece sancionar con multas a aquellos que comercialicen escapes modificados. “Los ruidos molestos causados por este tipo de vehículos constituyen un gran perjuicio para la vida cotidiana de los bonaerenses, y esto afecta a los 135 municipios, siendo un problema muy notorio en el interior”, fundamentó el legislador.
De este modo, el proyecto del diputado oriundo de Trenque Lauquen busca alcanzar una nula circulación en la vía pública de vehículos que tengan incorporados escapes libres, o dispositivos ajenos al rodado que provoque explosiones o los denominados “cortes”.
A modo de ejemplo, Miranda sostuvo que los municipios bonaerenses de Trenque Lauquen y Rivadavia avanzaron en distintas acciones y normativas de seguridad durante el verano, a fin de evitar la propagación de ruidos molestos, particularmente durante los fines de semana.
“Hay sectores de la sociedad que sufren más que otros esta problemática como el caso de las personas con autismo, quienes perciben hasta 15 veces con mayor intensidad los sonidos; o ya sea personas con cualquier tipo de enfermedad auditiva”, puntualizó el legislador bonaerense.
En los fundamentos, Miranda se refirió a que los efectos de este tipo de ruidos en lugares urbanos configuran una de las causas más importantes en cuanto a pérdida de audición y trastornos de sueño y de la conducta.
En esa línea, el diputadon radical advirtió sobre que Argentina se encuentra en el quinto lugar respecto al índice de las poblaciones más ruidosas del mundo. En el caso puntual de los escapes libres en motos, los ruidos llegan a escucharse a unos 500 metros.