Explotación off shore…el maná que no vino del cielo

     (Por Eduardo Andriotti Romanin) Muchas veces haciendo  referencias a la bonanza de la naturaleza con la Argentina es común decir “Dios le dio mas de lo merecen los argentinos” como afirmando que en el reparto de riquezas fuimos premiados con generosidad. Se entiende que así se piense comparando la geografía nacional con otras devaluadas regiones.

La propia Biblia se refiere al reparto “generoso” que alimento al pueblo judío con el maná que llego del cielo cuando el pueblo mas lo necesitaba y como un “don” se distribuyó y expandió en el pueblo hambriento que lo recibió con goce.

Que hubiesen dicho los ambientalistas de la época? Que el mana como alimento alejaba y ahuyentaba a las aves porque venia del cielo. O que destruía las ciudades porque no era ordenada su caída. O que contaminaba los ríos y el mar de las naciones  que lo recibían.

Hoy, no se aceptan estas circunstancias y en general el mundo está de acuerdo que se usufructuen las riquezas de los países para calmar y disminuir a la más peligrosa enfermedad del globo como es la pobreza.

Pobreza que, con 8 mil millones de habitantes no cesa de aumentar, nos hace dudar del sistema económico y nos hace sentir culpables de la plena utilización de los recursos naturales.

Nos parece obsceno el querer privar a Mar del Plata- con la desocupación más alta de Argentina- de un recurso como es el petróleo, que si bien a demostrado sus límites no agotó sus posibilidades de empujar en crecimiento en vastas regiones del mundo .Suena como si los habitantes de Mar del Plata se negasen a contribuir a que la Argentina siga sin explotar sus riquezas crisis mediante.

Hacer y lograr que la exploración de petróleo a más de 300 kilómetros de nuestras costas sea racional, homogénea y sin peligros de contaminación como es en los países centrales debería ser una razón de Estado y así hacerlo.

 Será Justicia.