Se hizo Justicia: Dictaron prisión perpetua para el femicida de Repetto

Tal cual se esperaba, y deseaba, los jueces que integran el Tribunal Oral N°1 condenaron, en la mañana del lunes, a Ricardo Rodríguez a prisión perpetua, por considerarlo autor responsable del femicidio de su ex pareja, Claudia Repetto, asesinada en marzo de 2020.

De manera unánime, el tribunal Oral en lo Criminal N°1, integrado por Mariana Iriani, Juan Galarreta y Ricardo Perdichizzi falló en consonancia con lo solicitado por el fiscal Leandro Arévalo y la familia Repetto.

Rodriguez, quien es culpable por la causa caratulada “homicidio agravado por el vínculo y por haber mediado violencia de género”, siguió el proceso judicial de forma virtual desde la cárcel de Batán, donde está alojado desde que lo detuvieron tras confesar el femicidio. Se negó a declarar la semana pasada.

De esta forma, los magistrados dieron a conocer la sentencia en una sala que contó con la presencia de parte de los familiares de Claudia Repetto, entre ellos sus hijos y su hermano, pero no así con la del imputado, que igualmente asistió al debate en forma virtual desde la unidad penal.

Los jueces condenaron a Rodríguez a la pena de prisión perpetua por el delito de homicidio doblemente agravado por tratarse de su expareja y por mediar violencia de un hombre hacia una mujer, es decir femicidio, tal como lo habían requerido el fiscal Leandro Arévalo y el abogado de la familia Maximiliano Orsini.  A su vez, descartaron la postura ensayada por la defensa oficial que intentó probar una conducta vinculada a una falta de intención del hombre de matar a su expareja.

En diálogo con “el Retrato…”, Jorge, hermano de Repetto sostuvo: “No sé cómo explicar lo que sentimos en este momento porque contentos no estamos porque hemos perdido lo más lindo que teníamos en la vida pero al menos ahora tenemos la tranquilidad y la certeza de que se hizo justicia y que (Rodríguez) va a pagar por lo que hizo”, expresó en diálogo con la prensa.

Además, agregó: “Estamos tranquilos. Ahora vamos a seguir como podamos con nuestras vidas, con el dolor inmenso de haber perdido a una persona muy valiosa, pero conformes con el trabajo realizado y con el pedido de que esto sirva como antecedente para que no le pase a ninguna mujer más”, agregó.

El caso 

El lunes 2 de marzo de 2020 se inició la búsqueda de Claudia Repetto, de 53 años, a partir de una denuncia de averiguación de paradero radicada por su familia ante la Policía después de que la mujer no llegara a su trabajo. Había sido vista por última vez el domingo a la noche y ya la sospecha de sus familiares apuntaba hacia su expareja.

Al día siguiente comenzaron una serie de operativos de rastrillaje por la zona de Punta Mogotes y a medida que fueron pasando los días se realizaron marchas y manifestaciones para pedir la aparición de la mujer.

El jueves posterior a la desaparición fue hallada al límite sur del barrio Los Acantilados una pala que fue reconocida por un vecino -y propietario del inmueble donde tanto el hombre como la mujer residían, uno en la parte delantera y el otro atrás-: Rodríguez se la había pedido prestada en diciembre y aún no se la había devuelto. A partir de ese momento se profundizaron los rastrillajes en toda la zona, con resultados negativos.

El 18 de marzo, mientras tanto, la causa que estaba abierta por doble averiguación de paradero se transformó en una acusación contra el hombre por femicidio o privación ilegítima de la libertad, y por eso el fiscal inicial del caso Fernando Castro pidió formalmente la detención de Rodríguez, quien quedó en condición de prófugo.

Algunos días después fueron captadas por diversas cámaras de seguridad imágenes del hombre caminando, en medio de las medidas de aislamiento vigentes por la pandemia, entre los barrios Punta Mogotes y Colinas de Peralta Ramos.

Finalmente, el viernes 27 de marzo tras la intervención de familiares y conocidos de Claudia Repetto -quienes lo encontraron andando en bicicleta y lo redujeron en Vértiz y Rondeau- la policía detuvo a Rodríguez durante la noche cuando los hijos de Claudia hacían sus propios “patrullajes”. 

Al día siguiente, Rodríguez habló ante el fiscal y pese a que no quiso responder preguntas confesó el femicidio y aportó las coordenadas que más tarde permitieron encontrar el cuerpo de Claudia en la zona costera del barrio Los Acantilados.  

Rodríguez habló de un “ataque de celos”, dijo no acordarse lo que había ocurrido esa noche más allá de haber discutido con la mujer y aseguró que la había envuelto en una sábana y llevado en la moto adonde finalmente la enterró, debajo de un árbol y a más de medio metro de profundidad, a unos 50 metros del lugar donde semanas antes había sido hallada la pala