Adiós a un genio del sano humor: Murió Carlitos Balá a los 97 años, un Grande de verdad

Murió Carlitos Balá a los 97 años. El querido actor partió el jueves a las 21.30 según lo confirmó su nieta Laura Gelfi a Teleshow. “Estamos devastados pero unidos y así se fue él, con la familia unida y mucho amor”, dijo con tristeza la joven sobre la partida de su abuelo.

El creador de la mítica frase “¿Qué gusto tiene la sal?” estaba internado desde el jueves en el Sanatorio Güemes. “Tuvo mareos en su casa, lógico de su edad, y lo llevaron al sanatorio. Los médicos decidieron dejarlo en observación”, contaba en ese momento su representante Maximiliano Marbuk.

Siempre fue muy gracioso y también muy tímido. Para vencer su timidez hacía bromas en el colectivo de la línea 39; eventualmente participó de un concurso y lo ganó, pero por miedo a la reacción de su familia usó un nombre falso. Su padre estaba escuchando la radio, pero no lo reconoció. Pronto recuperó su propio apellido, apenas modificado, y comenzó a trabajar en la radio.

El inventor de términos como “sumbudrule” y del “chupetómetro”, que comenzó trabajando como vendedor ambulante en una línea de colectivo, se convirtió en un referente de grandes y chicos y varias generaciones crecieron a su lado y hoy lo llorarán. Había celebrado sus 97 el 13 de agosto pasado rodeado de su familia.

¿Quién por ejemplo no dejó su chupete gracias a él? “El colmo de tener de abuelo a Carlitos Balá… ¡nunca use chupete!”, contó hace unos años Laura, quien también es cocinera, a este sitio en ese momento, lo definía: “Es una persona alegre, graciosa y que admiro mucho. Siempre hace chistes, jugábamos mucho. Anécdotas hay miles. Todos los veranos íbamos a Mar Del Plata y nos divertimos muchísimo”.

Más allá del personaje, contaba cómo era como abuelo: “Me malcría como casi todos los abuelos a sus nietos. Pero con la excepción que estar con él es reírse a cada segundo”.

 

Durante toda su vida tuvo éxito, hizo reír desde sus primeras incursiones y en 1958 integró el famoso trío cómico Balá, (Jorge) Marchesini, (Alberto) Locati. Presentado por Antonio Carrizo en Radio El Mundo, el grupo tuvo gran popularidad hasta 1960.

Carlitos Balá en una de las tantas notas con “el Retrato…”. En esta ocasión en el Balneario Mar del Plata, donde el empresario Mono Goranzsky le celebró su cumpleaños.

Su carrera individual se afirmó con gran solidez en los medios. Escribieron para él Gerardo Sofovich (Balamicina), Abel Santa Cruz (El soldado Balá), Aldo Cammarota (El flequillo de Balá), Mesa, Basurto y Garaycochea (El clan Balá) y muchas otras firmas de renombre a lo largo de su extensa trayectoria. Hizo Balabasadas en el programa Sábados Circulares de Nicolás Mancera y tuvo su propio circo (El circo mágico de Carlitos Balá). Mientras tanto, comenzó su filmografía.

A partir de Canuto Cañete, conscripto del siete, que tuvo diferentes versiones, participó en 18 películas: El tío disparate, Esto es alegría y Qué linda es mi familia, entre otros.

Carlitos Balá es uno de los artistas más queridos del público y especialmente los nenes de unas cuantas décadas. Inventó el “chupetómetro”, una especie de construcción donde se invitaba a los chicos a abandonar el chupete. Sus frases son marcas registradas del humor nacional y muchos las usan en cualquier oportunidad. Algunas de ellas son: “¿Qué gusto tiene la sal? Salado”; “Ea-ea-ea-pe-pé”; “Mamá ¿cuándo nos vamo’?”; “Está un kilo y dos pancitos”; “Más rápido que un bombero”; y “Sumbudrule”.

Estas frases y muchas más están incluidas en el libro Aquí llegó Balá: la fabulósica vida de Carlitos, donde se cuenta su vida, infancia, juventud y su consagración como artista popular.

Recibió toda clase de homenajes. En 2016, a los 91 años, visitó al Papa Francisco en el Vaticano y fue declarado “Embajador de Paz”. La Legislatura porteña ya lo había declarado Personalidad Destacada de la Cultura de la Ciudad. Hay una estatua de él haciendo su gesto característico en la entrada de la pizzería Imperio de la Pizza.

 

Por supuesto, obtuvo el Martín Fierro como premio a su trayectoria y Laura Franco, más conocida como Panam, le dedicó su propio Martín Fierro por su participación en los videos musicales.