“Pepe” Messina y un sillón de peluquero por el que han pasado unas 250.000 personas

“En este sillón a lo largo de 32 años han pasado unas 450.000 personas” nos dice y a decir verdad nos cuesta creerle, pero a “modo de rebaja” aclara que “esa cantidad la podemos reducir entre 200 y 250 mil, si tenemos en cuenta que muchos son clientes que regresan, al menos, una vez al mes” dijo en diálogo con el Retrato…” “Pepe” Messina, el reconocido peluquero marplatense que acaba de inaugurar sus nuevo estudio en Avellaneda 3416.

Luego de más de tres décadas de estar instalado en Alvarado entre 14 de Julio y 20 de Septiembre,  “Pepe” se mudó a escasas cinco cuadras para arrancar una nueva etapa de su profesión. “La verdad costó un poco, pero felizmente el cliente, especialmente el de todo el años, te sigue a donde estés”, recordando que sus comienzos fueron “en el ’90. Empecé en una academia haciendo un curso de un año y después empecé a cortar el pelo gratis en geriátricos, asilos. Hice eso hasta dos años antes de instalarme en este local de Alvarado entre 14 de Julio y XX de Septiembre donde estuve más de tres décadas”.

Hoy su clientela sigue siendo gente de Mar del Plata y de otros lugares. La diversidad etaria es llamativa. Clientes que van desde los 2 años a los 99. “Como verán hay historias para hacer un libro” acota, para resaltar que “somos una especie de psicólogos de peluquería”

Entre las anécdotas volvió a recordar “el caso de un muchacho que vino un dia y cuando le estaba cortando el pelo ,llegó un guardiacárcel y lo saludó con mucho respeto. Cuando se fue , quien había arribado luego me comentó que era una persona que había estado preso y él le había tocado cuidarlo…Acá vienen todos”.

Y así vuelve a rememorar viejas anécdotas de hombres que llegaban con sus historias personales que iban desde amores perdidos, negocios, situación económica (hoy entre las top ten) y temas de la vida misma.

En este tiempo post pandemia, su trabajo lo realiza a través de turnos previamente reservados, por lo que ya no se junta toda esa clientela que se prendía en discusiones de peluquería, matizando la espera de la atención.

Es una especia de “mano a mano” que dura entre 15 y 20 minutos y muchos descargan esa carga emocional producto de los mas variados motivos, y se van. Hoy Messina reconoce que ha aprendido a no tomarse como propios esos problemas, y si bien algunos son mucho mas profundos que otros, trata que no le afecte en lo emocional.

Fue el 2001 cuando, en medio de la crisis, tuvo la oportunidad de irse del país apuntalado por la doble ciudadanía que posee, pero apostó a quedarse. No se arrepiente y luego de 32 años ha comenzado a transitar una nueva etapa, renovando su Estudio y así poder aggiornarse a los tiempos que corren, pero sin perder nunca su identidad.