Adiós al Amigo

Murió Adrián Freijo. Una palabra y un nombre que parecía nunca iban a estar juntos. Sin embargo, la noticia es Verdadera. Trágica. Inútil.

Agradezco a Miguel Avellaneda, director de este portal el haberme convocado para redactar estas líneas que nunca hubiera querido escribir. Un privilegio.

Adrián Freijo fue un combatiente por la libertad de expresión, tal como se llamaban sus programas, columnas y portal.

Tenía ese sentido monumental de permitir que todos se expresen libremente como cuando fue un gran director de LU6. Volvimos todos y la hicimos primera.

Tenía amor por las noticias. Por eso respetaba tanto a sus colaboradores, porque sabía que nadie gana nada solo.

Era un inconforme natural. Gano el Premio Nacional de Literatura de “Clarín” el más importante en su época, y después dejo de escribir largo y ni siquiera publicó el libro que incluía el premio.

Fue un sabio asesor de gente importante. Su mayor logro fue Carlos Menem. Fue el director creativo, estratégico y de prensa del entonces gobernador hasta que lo hizo Presidente.

Menem y Freijo encarnaban un dúo inédito, súper efectivo, con una determinación asociada muy poco frecuente hasta hoy.

Buen cocinero y de gran corazón.

Les narro mi propio caso. En marzo 2020 quede varado en Bahía Blanca por el Covid y la suspensión de vuelos, Había venido de vacaciones procedente de Isla Margarita donde está mi residencia.

Se enteró de la situación y de inmediato me llamó para ofrecerme su casa para alojarnos con mi esposa todo el tiempo que fuere necesario.

¿Quién hace eso hoy? Un gesto que todavía me emociona muchísimo.

Fue candidato a Intendente de Mar del Plata, un sueño que quedo pendiente.

Creía en el desarrollo integral marplatense y apoyo todo lo que le parecía eran proyectos sanos y necesarios para la gente.

Su estilo campechano siempre lo tornaron un igual, aun cuando fue el Primer Jefe del Gabinete de Ministros de Carlos Menem. Se cansó rápido de tanta lentitud.

A Freijo hoy lo llora mucha gente en la ciudad y otras del país.

Su pluma punzante, sin retaceos ni acomodos, debieran ser una página muy importante en la formación de nuevos comunicadores.

Su vida humilde es un ejemplo de un estilo sin “sobres”, solo convicciones y la búsqueda de la verdad.

Diarios, Radios, Televisoras y portales lucieron con sus participaciones democráticas, poderosas por los contenidos inéditos, creíbles por su trasparencia y respaldo profesional.

Quiero cerrar destacando la importancia que tuvo en su vida, Flor Cordero, su inteligente esposa, su fiel asociada hasta el último segundo. Abrazo y admiración para ella.

Otro para sus hijas e hijos.

En su vuelo inmortal seguro lo estarán acompañando las maravillas celestiales de su Boca Juniors amado.
Se fue un grande.
Adiós al Amigo, querido e inolvidable Adrián.

Honor a tu brillante trayectoria.

                                                                                                 Dimas Pettineroli

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