Foro Municipal denunció que el plan de seguridad fracasó: Se desmantelaron las comisarias

Javier Zumpano, el nuevo presidente de la comisión normalizadora del Foro de Seguridad, traza un diagnóstico en dialogo con el Retrato sobre la realidad del delito en Mar del Plata. Desde patrulleros sin combustible hasta estadísticas “dibujadas” y una disputa política entre Provincia y Municipio que deja a los vecinos como rehenes de una “zona liberada” de cara a la temporada.

Mientras la postal turística intenta vender una temporada ordenada, en los pliegues profundos de Mar del Plata se gesta una crisis de seguridad que las autoridades parecen incapaces, o indispuestas, de contener. A 48 horas de una Navidad marcada por la violencia vial y el delito predatorio, Javier Zumpano, nuevo presidente de la comisión normalizadora del Foro de Seguridad Municipal realiza un diagnóstico sobre la seguridad de cara a la temporada y el año próximo: “El plan de seguridad que trajo el Ministerio no funcionó. Hoy los vecinos no están tranquilos ni siquiera dentro de sus casas blindadas”.

La asunción de la nueva cúpula del Foro, integrada además por Juan Manuel López, Fabián Romero y Horacio García, tiene como objetivo “refundar” la participación vecinal desde una posición ad honorem y de independencia política. Desde esa trinchera, Sumpano denuncia un vaciamiento sistemático de la capacidad operativa de la Policía Bonaerense en el distrito. “Se desmantelaron las comisarías. Han sacado entre 40 y 50 efectivos por dependencia. Vemos patrulleros remolcándose unos a otros porque no tienen combustible”, describió.

La grieta política, y en el medio, los vecinos

Para el Foro, la inseguridad es una derivación directa de la mezquindad política. Zumpano advirtió que la disputa entre la administración provincial de Axel Kicillof y el gobierno municipal de Guillermo Montenegro ha dejado a “la ciudad más importante del interior bonaerense” sin ningún tipo de defensa contra la delincuencia.

Según su análisis, el despliegue de verano es “tímido” o inexistente en la periferia, limitándose a una presencia cosmética en la costa mientras los barrios quedan desguarnecidos. La falta de diálogo es tal que el Ministerio de Seguridad bonaerense ha cortado los puentes de comunicación con el Foro, negando audiencias a quienes conocen el territorio.

A nivel local, la crítica también alcanza a la Secretaría de Seguridad municipal. Si bien reconocen la educación de los funcionarios actuales, lamentan la pérdida de la operatividad conjunta que existía en gestiones anteriores, donde se trabajaba con mapas de calor y coordinación en tiempo real. Hoy, esa sinergia parece rota, y la secretaría trabaja “lo mínimo”. 

Estadísticas falsas y la “puerta giratoria”

Uno de los puntos más graves de la denuncia del Foro es la manipulación de las cifras del delito. Zumpano aseguró que las estadísticas oficiales no reflejan la realidad, sugiriendo que existe una “bajada de línea” para desalentar la toma de denuncias en las comisarías y así mantener los números artificialmente bajos. “Nos dicen que una jurisdicción tuvo dos denuncias en un mes, lo cual es totalmente falso. La gente va a denunciar y, si no tiene seguro, la boludean tres horas hasta que se va indignada”, relató.

Este subregistro alimenta una falsa sensación de control mientras el delito muta hacia formas más violentas, como las “entraderas” a adultos mayores, o el robo de motos. A esto se suma el colapso del sistema penitenciario donde los fiscales, según Zumpano, admiten estar atados de pies y manos por la sobrepoblación carcelaria, obligados a liberar a delincuentes peligrosos para hacer lugar a otros aún peores: “Sacan al medio malo para poner al más malo”.

Narcotráfico y connivencia

Finalmente, el presidente del Foro puso el dedo en el origen de la violencia, y lo identificó como el narcotráfico. Zumpano se preguntó cómo es posible el volumen de droga que circula en la ciudad sin la complicidad de los poderes fácticos. “Hay una gran connivencia, si no, no puede entrar tanta droga a Mar del Plata sin que nadie controle”, sentenció.

De cara al inicio del 2026, el mensaje del Foro es un ultimátum a la clase dirigente: si no se deponen las armas políticas y se dota a las fuerzas de herramientas reales (combustible, personal, respaldo judicial), la ciudad corre el riesgo de espiralizar su violencia hasta un punto de no retorno. “Esto no se puede arreglar de un año para el otro, es mucho el tiempo de decadencia. Pero si no hay un vuelco de 180 grados, vamos a estar mucho peor”, concluyó.