La CGT Regional Mar del Plata – Batán expresó su rechazo rotundo a la reforma laboral impulsada por el Gobierno de Javier Milei, considerándola una iniciativa “regresiva que avanza sobre derechos históricos de las trabajadoras y los trabajadores”. Según la central obrera, esta reforma se presenta en un contexto económico y social adverso, donde ya se viven consecuencias concretas de una política económica recesiva: despidos, suspensiones, caída del consumo, cierre de industrias y el desmantelamiento del entramado productivo.
La intención del gobierno de modificar la legislación laboral, en este marco, es vista por la CGT como parte de un “modelo económico que castiga el empleo y debilita el mercado interno”. En su opinión, hablar de “modernización laboral” es un “eufemismo” que en realidad oculta un ataque a los derechos de los trabajadores, trasladando el peso de la crisis a los sectores más vulnerables. La central argumenta que experiencias similares en otros países de la región fracasaron en su promesa de generar empleo registrado y, en cambio, profundizaron la precarización y la desigualdad.
Uno de los aspectos que más preocupa a la CGT es la modificación del régimen de vacaciones, particularmente para las ciudades de Mar del Plata y Batán, donde el turismo es un sector clave de la economía. La reforma permitiría que las vacaciones puedan otorgarse en cualquier momento del año, lo que, según la central, pone en riesgo la economía local. “Si miles de trabajadores se ven impedidos de tomar sus vacaciones durante el verano, el impacto será inmediato: menor afluencia turística, caída del consumo y mayor deterioro del empleo en sectores vinculados a la actividad turística”, afirman desde la CGT.
Además, desde la organización sindical alertan sobre el esquema de financiamiento propuesto para los nuevos mecanismos vinculados a las indemnizaciones, que implicaría destinar un porcentaje de las contribuciones patronales que hoy sostienen a la ANSES y al PAMI. Esta medida, según la CGT, “pone en riesgo las jubilaciones presentes y futuras, así como la atención de la salud de millones de argentinos”, al desfinanciar el sistema de seguridad social para subsidiar los despidos del sector privado.
Por último, la CGT advirtió que la reforma busca “un desmantelamiento de la Ley de Contrato de Trabajo”, una ley fundamental para garantizar derechos, estabilidad y condiciones dignas de empleo. Ante este intento de retroceso histórico, el movimiento obrero organizado reafirma su compromiso con la defensa del trabajo, la producción y la justicia social.