Con un mensaje claro y un gesto político cuidadosamente medido, el intendente Agustín Neme comenzó a transitar un camino propio, apoyado en el diálogo directo con el entramado vecinal de la ciudad y tomando distancia de las internas partidarias del PRO y de sus socios políticos.
Así lo dejó entrever tras un encuentro reservado con referentes barriales de diversos sectores políticos de General Pueyrredon, una reunión que, si bien tuvo un fuerte contenido político e institucional, no fue difundida por los canales oficiales del Municipio.
“Me reuní con vecinos de nuestra ciudad para escucharlos y compartir una misma convicción: Mar del Plata y Batán crecen cuando trabajamos juntos con responsabilidad, previsibilidad, orden y reglas claras. Como ellos, soy un vecino, comprometido con su presente y su futuro. Gracias por recibirme y por el compromiso de siempre”, publicó el intendente en sus redes sociales, marcando el tono de una iniciativa que busca recuperar el vínculo directo con los actores territoriales.
El encuentro reunió a cerca de 100 vecinalistas de distintos barrios de Mar del Plata y Batán, con pertenencias políticas diversas que abarcaron desde sectores vinculados al kirchnerismo y al pultismo hasta referentes independientes sin alineamiento partidario formal.
La convocatoria estuvo a cargo de Marcelo Sosa, titular de Asuntos de la Comunidad y dirigente cercano al concejal del PRO Marcelo Cardoso, un dato que refuerza la lectura política de una jugada orientada a ampliar la base de sustentación del actual jefe comunal más allá de los márgenes tradicionales de su espacio.
Desde algunos sectores políticos se interpretó esta movida como una decisión consciente de Neme de correrse de la interna del PRO y priorizar una agenda de gestión anclada en el diálogo directo con los vecinos organizados.
Durante la reunión, Neme escuchó uno por uno los planteos de los representantes barriales, quienes expusieron problemáticas históricas de los distintos barrios y coincidieron en una fuerte crítica a la falta de respuestas durante la gestión del exintendente Guillermo Montenegro.
El gesto de Neme no pasó desapercibido en el tablero político local. En un escenario de reconfiguración de liderazgos y disputas internas, el intendente parece apostar a consolidar un perfil propio, apoyado en la cercanía con los vecinos y en una construcción política transversal. Lejos de las lógicas cerradas de las internas partidarias, el mensaje que emerge es el de un intendente que busca legitimidad en el territorio, con la convicción de que la gobernabilidad se construye escuchando y articulando, más allá de las etiquetas políticas.