Vecinos de la zona de Sierra de los Padres advierten una escalada de robos violentos tras retiro de 5 patrulleros

Ricardo Velimirovich, referente de los productores frutihortícolas, de la zona de Sierra de los Padres denunció que la sustracción de móviles del Comando de Patrulla Rural para reforzar la ciudad dejó a 500 kilómetros de caminos “sin prevención”. A esto se suma el deterioro vial y la falta de ambulancias en un sector que emplea a más de 25.000 personas.

El cinturón frutihortícola de Mar del Plata, uno de los polos productivos más importantes de la región, se encuentra en estado de alerta debido a la creciente inseguridad. La decisión de las autoridades de seguridad de retirar cinco de los seis patrulleros asignados al Comando de Patrulla Rural ha desatado una gran preocupación que ya se traduce en hechos de extrema violencia. “De los seis Toyota 4×4 que teníamos, hoy queda solo uno, dependiendo de si se los llevan a la ciudad. Esto nos ha dejado sin prevención en una zona de 500 kilómetros de caminos”, denunció Ricardo Velimirovich, presidente de la Asociación de Productores Frutihortícolas, en diálogo con el Retrato.

La consecuencia fue que tras un año de relativa calma, el delito volvió con fuerza. Velimirovich relató un asalto reciente en el que una familia fue golpeada y retenida durante más de 40 minutos mientras destruían su vivienda. “Esto se produce porque el patrullero no está recorriendo. Al medir la seguridad solo por la cantidad de hechos y no por la prevención, retiraron los móviles creyendo que no pasaba nada, y ahora volvimos atrás todo lo logrado“, analizó el dirigente.

Sin móviles y sin conocimiento del terreno

El personal del Comando Rural está capacitado para orientarse en un territorio sin calles numeradas, guiándose por tranqueras y referencias que un efectivo urbano desconoce. “Ayer la policía tuvo que venir por el nuevo sistema departamental y era casi imposible que encontraran el campo. Un solo patrullero no puede cubrir toda la zona”, explicó Velimirovich, advirtiendo sobre el riesgo de una “zona liberada” en plena temporada alta de producción.

El cambio en el esquema de seguridad, que centralizó las patrullas en el Comando de Tucumán y Paso, desmantelando la capacidad de las comisarías periféricas como la 14° de Sierra de los Padres, agrava el cuadro. “Operativamente puede ser cómodo para ellos, pero en la periferia, si no conocés, no llegás nunca. Los vecinos de Santa Paula incluso cortaron la Ruta 226 por la demora en la respuesta“, agregó.

Caminos rotos y una sola ambulancia

La inseguridad se combina con un abandono estructural en servicios básicos. Velimirovich describió el estado de los caminos rurales como “gravemente complicado“, lo que afecta tanto la salida de la producción como el ingreso de fuerzas de seguridad y salud. “Pagamos una tasa vial para mantenimiento, pero no tenemos máquinas. Si pasa algo, la ambulancia no puede entrar y terminamos llevando nosotros a los pacientes a la ciudad”, lamentó.

En materia sanitaria, hay una sola ambulancia, con base en Luro y 190, que debe cubrir toda la demanda de una región que incluye a Sierra de los Padres, El Coyunco y una vasta zona de quintas donde viven y trabajan miles de familias.

Un sector silencioso que pide respuestas

A pesar de que el 80% de la producción se vende fuera de la ciudad, ingresando divisas y generando empleo para 25.000 personas, el sector se siente “desatendido”. “Somos más que un barrio, pero estamos desparramados. Al ser un sector silencioso, que trabaja todo el día y no protesta tanto, a veces se nos ignora”, reflexionó Velimirovich.

Con la temporada fuerte de cosecha a punto de iniciarse en enero, los productores exigen la devolución urgente de los móviles y el personal especializado, y un plan serio de mantenimiento vial. “Cuando las cosas funcionan, no deberían cambiarse. Estamos advirtiendo que esto va a empeorar si no se revierte la medida”, concluyó.