Eduardo Zanoli, histórico impulsor del proyecto, se mostró sorprendido por la campaña anónima de gigantografías que exige la vuelta del servicio turístico. Asegura que los dos vehículos guardados están operativos y que la infraestructura vial solo requiere mantenimiento básico.
Mar del Plata amaneció hace unos dias, empapelada con un reclamo que apela a una lucha de años: “Que vuelva el tranvía”. Las gigantografías, distribuidas en puntos estratégicos, no llevan firma pero han logrado reinstalar el debate sobre un patrimonio olvidado en Parque Camet. Para Eduardo Zanoli, célebre periodista y mentor de la iniciativa original, la campaña fue una sorpresa: “No esperaba una cuestión de esta naturaleza, pero después me enteré que fueron personas que compartieron la idea de hacer funcionar el tranvía y están tan o más interesados que yo”.
El proyecto, que tuvo su época dorada a fines de los 90 gracias al impulso del Club Portugués y la donación de unidades por la compañía Carris de Lisboa, hoy duerme un sueño administrativo, no técnico.
“A los tranvía que están guardados en Camet les pones la llave y arrancan. Por fortuna, uno de los técnicos de la Asociación de Amigos del Tranvía ya estuvo mirando y, a pesar del tiempo, los muchachos del lugar hicieron todo lo posible por cuidarlos“, aseguró Zanoli, confirmando que las dos unidades están listas para arrancar.
El diagnóstico sobre las vías es igual de optimista. Según Zanoli, el trazado, que representa la inversión más onerosa, se encuentra en “perfectas condiciones” y solo demandaría tareas de limpieza y desmalezamiento para volver a ser transitable. Respecto al tendido eléctrico, recordó que tras el robo inicial de cables de cobre, el sistema fue adaptado para funcionar con alambre de acero común, un material más económico y menos atractivo para el vandalismo, que permite una operación eficiente de los vehículos.
“No es mucho el gasto, prácticamente es muy poco”, señala Zanoli, estimando reparaciones menores que, con el aporte de empresas locales, serían marginales para el erario público. El recorrido propuesto permitiría conectar el interior del parque, cruzar el pintoresco puente sobre el arroyo La Tapera y llegar hasta la costa, a la altura de la Villa Marista, ofreciendo un paseo escénico y turístico.
La vuelta del tranvía cuenta con un respaldo legal del Concejo Deliberante, que ya aprobó su funcionamiento mediante ordenanza, por lo que no se requieren nuevos trámites legislativos, sino decisión ejecutiva. Sin embargo, la gestión saliente de Guillermo Montenegro fue, según el periodista, un obstáculo infranqueable. “Me engañó tres veces. Me dijo vení, vamos a hablar y nunca dio un paso adelante”, lamentó Zanoli.
Ahora, con la transición hacia un nuevo gobierno municipal encabezado por Agustín Neme, se abre una ventana de oportunidad. “Esperemos que con el cambio de este nuevo intendente, que es cuarta generación de marplatenses, se acompañe una decisión beneficiosa para el turismo y para recuperar Parque Camet”, se esperanzó el comunicador.
La reactivación del tranvía no solo recuperaría un atractivo turístico de nivel nacional, sino que podría ser el puntapié para revitalizar el histórico chalet del parque y el sistema de navegación del lago, hoy deteriorados, integrándolos en un circuito cultural.
