El icónico boliche Bruto, emblema absoluto de la noche marplatense, celebró su 10° aniversario y lo hizo con un festejo que superó cualquier expectativa. Ubicado en el corazón de Playa Grande, el espacio creado por Federico Goransky volvió a demostrar por qué, una década después de su apertura, sigue siendo un punto de referencia indiscutido dentro de la escena nocturna de Mar del Plata. Y esta vez, con una celebración que quedará en la memoria de todos los presentes.
La noche tuvo su momento de mayor furor con la aparición estelar de Nicky Jam, uno de los artistas urbanos más influyentes del mundo. Su presencia fue el broche de oro de un evento que ya de por sí convocaba la atención de toda la movida nocturna. Fiel a su estilo, el reguetonero hizo vibrar a los asistentes con sus temas más consagrados, generando un clima de euforia colectiva que se sintió desde el primer acorde hasta el cierre de su presentación. Cada canción fue coreada, bailada y aplaudida como si se tratara de un concierto multitudinario.
Alrededor de cientos de jóvenes (y algunos no tan jóvenes) arribaron especialmente invitados para formar parte de esta celebración única. El público pudo disfrutar no solo del inigualable show de Nicky Jam, sino también de una propuesta artística que combinó excelencia, ritmo y despliegue visual. El evento incluyó números cuyas performances de bailarines aportaron energía y estética a cada momento, además de la participación de cantantes líricos, un contraste novedoso que sumó elegancia a la noche.
La fiesta ofreció además un recorrido musical por distintas décadas, musicalizado por DJs que llevaron al público desde clásicos memorables hasta los hits más actuales. La presencia de malambistas introdujo un toque argentino distintivo, creando una atmósfera que fusionó tradición, modernidad y fiesta sin límites. Ese cruce de estilos fue uno de los elementos que terminó de consolidar el carácter único del evento.
Bruto, desde su creación, ha sabido posicionarse como un espacio donde conviven estilo, vanguardia y excelencia en producción. Este décimo aniversario no solo reafirma su rol dentro de la noche marplatense, sino que también marca un hito en su historia: un festejo monumental, con artistas internacionales, performances de altísimo nivel y una convocatoria que ratifica su vigencia.
La “Fiesta del Año” no fue solo un festejo: fue una declaración de identidad. Una demostración de que, después de diez años, Bruto sigue marcando tendencia, innovando y celebrando a la altura de su reputación. Y para quienes estuvieron ahí, será una noche imposible de olvidar.
