Conflicto judicial y tensión policial en el Balneario “Ibiza” de Punta Mogotes

Imprevisibles consecuencias podría tener el conflicto que estalló en el Balneario Ibiza, concesionado dentro del complejo de Punta Mogotes, donde un enfrentamiento judicial amenaza con empañar el inicio de la temporada veraniega.  

El caso involucra a los administradores del balneario, Mauricio Damián Ríos y Paul Nicolás Etcheverry, quienes alquilaron un espacio destinado a spa, pileta y un local de comidas saludables. Más tarde, se sumó la explotación del sector superior, donde funciona un restaurante.

La denunciante, Gabriela Elizabeth Borowyj, aseguró que Ríos comenzó a enviar personas a utilizar las instalaciones arrendadas, lo que perturbaba el normal funcionamiento del lugar. Además, señaló que se le exigieron pagos adicionales y que fue víctima de hostigamiento y amenazas telefónicas. Ante esta situación, decidió radicar una denuncia penal contra Ríos y Etcheverry.

La Justicia actuó con rapidez y dispuso una medida de restricción de acercamiento para los denunciados: deberán mantenerse a una distancia mínima de 500 metros durante cuatro meses, tanto en domicilios particulares como profesionales. Asimismo, se entregaron botones antipánico a las denunciantes y se establecieron rondines policiales preventivos por 15 días, con posibilidad de prórroga.

La resolución implica que los permisionarios del Balneario 13 no pueden acceder al lugar, lo que genera gran preocupación entre los concesionarios del sector. Con la temporada a punto de comenzar, el temor es que el conflicto escale y se convierta en noticia nacional, afectando la imagen de Punta Mogotes. Se estima que unas 100 carpas ya fueron contratadas por turistas, y varios eventos, como fiestas de egresados, debieron cancelarse por la imposibilidad de utilizar las instalaciones.

El trasfondo del caso se vuelve aún más complejo al considerar los antecedentes de Mauricio Damián Ríos. Empresario marplatense, fue desalojado durante la pandemia de una propiedad en Cariló y actualmente enfrenta una causa por usurpación. En el pasado, se vio tangencialmente involucrado en un homicidio ocurrido durante el festejo de uno de sus cumpleaños, cuando un invitado mató a otro. Además, fue propietario de una cadena de minimercados, de un balneario con conflictos laborales con guardavidas y de un restaurante hoy cerrado.

Según registros judiciales, Ríos figura como deudor irrecuperable categoría 5, con una deuda cercana a los 18 millones de pesos por cheques impagos, 721 rechazos y una quiebra declarada en el Juzgado Civil y Comercial N°6 de Mar del Plata.

La combinación de antecedentes penales, deudas millonarias y un conflicto abierto en plena temporada convierte al Balneario 13 en un foco de tensión policial y judicial que amenaza con empañar el verano marplatense.