El retorno de una “enfermedad medieval”: la sífilis no para de crecer

Mientras a nivel nacional los casos treparon un 38,5% consolidando un récord histórico, los infectólogos locales advierten sobre una peligrosa relajación en los cuidados, impulsada por la pérdida del miedo al VIH y las trabas burocráticas de las obras sociales. Este lunes inaugura un nuevo centro comunitario de salud sexual en la ciudad.

En la era de los tratamientos avanzados y la información instantánea, una bacteria tratable con el antibiótico más antiguo conocido avanza sin freno entre los jóvenes argentinos. La sífilis alcanzó en 2024 un récord histórico a nivel nacional con 36.917 diagnósticos reportados, marcando un aumento del 38,5% respecto a 2022.

Mar del Plata no es ajena a esta marea epidemiológica. Según confirmó el Dr. Alexis Manzo, presidente de la Sociedad de Infectología de Mar del Plata, la tendencia local replica y agudiza el escenario nacional: “Este último año el aumento fue mucho más marcado, con un 20% de suba respecto al año anterior, y todavía no terminamos el año”.

El fenómeno, que afecta mayoritariamente a la franja etaria de 15 a 39 años, no se explica por la falta de fármacos, sino por un cambio cultural y conductual. “La causa básica es la relajación en el uso del preservativo en todo tipo de relación sexual”, explicó Manzo.

El especialista explica que quienes crecieron durante la crisis del SIDA mantenían una alerta constante. Hoy, con el VIH convertido en una enfermedad crónica tratable y la sífilis siendo curable con penicilina, esa barrera de miedo se ha diluido, generando una falsa sensación de seguridad.

El peligro radica en la naturaleza insidiosa de la bacteria Treponema pallidum. Conocida clínicamente como “la gran simuladora”, la enfermedad cursa una primera etapa con una úlcera indolora (chancro) que suele pasar desapercibida especialmente en mujeres y desaparece sola, dando paso a una fase latente donde el paciente, aunque asintomático, continúa contagiando.

“Es altamente contagiosa no solo en la penetración, sino en todo tipo de contacto de mucosas, incluido el sexo oral, algo que muchas veces no se tiene en cuenta”, advirtió Manzo.

A pesar de que el test de sífilis es sencillo y económico, existen barreras administrativas que desalientan el diagnóstico temprano. “La burocracia de muchas obras sociales, e incluso estatales, son un problema. No cubren fácilmente un test de sífilis”, denunció el infectólogo, señalando también que el costo del preservativo, si no es provisto por el Estado, se vuelve prohibitivo para muchos sectores.

Esta dificultad en el acceso al diagnóstico tiene su cara más cruel en la sífilis congénita. Cuando el sistema falla en captar a la embarazada o a su pareja sexual a tiempo, el resultado es la transmisión vertical al feto, provocando cuadros de alta mortalidad, malformaciones o pérdida del embarazo.

Ante la evidencia de que el uso del preservativo es inconsistente en ciertas poblaciones, la medicina comienza a debatir herramientas de reducción de daños como la Doxipep (doxiciclina post exposición), un antibiótico profiláctico que, bajo indicación médica, ha demostrado eficacia para evitar nuevos casos.

En un esfuerzo por descentralizar y agilizar la atención, este lunes 1 de diciembre se inaugurará en Mar del Plata un nuevo centro comunitario de salud sexual en la calle Corrientes 2366.

Fruto de un convenio entre la Secretaría de Salud municipal y la fundación global AHF Argentina, este espacio se convertirá en el tercero de su tipo en el país (tras las sedes de Rosario y Buenos Aires). El centro funcionará de lunes a viernes de 12 a 20 horas, ofreciendo testeo rápido de infecciones de transmisión sexual y tratamiento inmediato, buscando cerrar la brecha entre el diagnóstico y la cura que hoy alimenta la epidemia