Guillermo Rossi, titular del Colegio de Martilleros, confirmó ante “el Retrato” que la ocupación extrahotelera rozó el 70%, impulsada por propietarios que aprovecharon para acondicionar sus inmuebles. Aseguró que los precios se mantienen prudentes para competir con Brasil y pronosticó una temporada “buena” si se sostiene la demanda.
Tras un inicio de reservas que se perfilaba bajo, la demanda creció con el correr de los días hasta alcanzar una ocupación cercana al 70% en el segmento extrahotelero, una cifra que Guillermo Rossi, presidente del Colegio de Martilleros, calificó como “muy importante” dado el contexto de oferta reducida aún vigente.
“Fue el fin de semana más importante del año, nos superó en todo: consumo, gente y movimiento en rutas. Parecía un día de pleno enero”, graficó Rossi. El fenómeno no fue solo turístico, muchos propietarios viajaron específicamente para poner en condiciones sus departamentos y casas, anticipando lo que podría ser una temporada competitiva.
Uno de los ejes centrales para sostener la demanda es la política de precios. El Colegio de Martilleros había sugerido un aumento prudente del 25% respecto al verano pasado, una línea que, según Rossi, se mantuvo incluso ante el aluvión de visitantes. “La prudencia se mantiene porque la competencia con los países vecinos es muy fuerte. Tenemos que estar competitivos para que la gente se quede en nuestro país”, explicó.
La estabilidad inflacionaria también juega a favor del turista: “Tener una inflación tan baja ayuda; con una reserva se congela el precio y se paga el saldo al llegar, sin variaciones”, destacó el martillero. En la comparativa con destinos como Brasil, Mar del Plata sigue ofreciendo una ventaja logística y económica para el grupo familiar, especialmente por el costo de traslado.
Rossi también confirmó una fuerte concurrencia en toda la franja costera, desde el norte hasta el sur, y también en localidades vecinas como Miramar y Mar Chiquita.
Un dato relevante fue la segmentación geográfica de la demanda: mientras el turismo familiar, un público que la ciudad busca recuperar, se volcó masivamente a la costa y departamentos céntricos, los jóvenes revitalizaron la zona sur.
Noviembre suele marcar el pulso de la temporada, y el reciente fin de semana largo funcionó como un catalizador de consultas. Si bien las reservas concretas para enero aún no son masivas, el nivel de averiguaciones se disparó. “Hay muchas consultas. El clima fue un aliado y creemos que este empujón acelerará las decisiones de compra para lo que queda del mes”, analizó Rossi.
La expectativa del sector es alcanzar una temporada similar a la anterior, con una ocupación general que oscile entre el 60% y el 70%. “No podemos hablar de una temporada espectacular, pero esos números serían muy buenos para nosotros”, concluyó el titular del Colegio.
