Un violento episodio sacudió a la ciudad de Miramar en la madrugada del lunes 17, cuando tres delincuentes ingresaron a un departamento y golpearon salvajemente a un hombre de 90 años y a su familiar de 64. El hecho ocurrió cerca de las dos de la mañana en una vivienda ubicada en inmediaciones de las calles 26 y 31.
Según se pudo reconstruir, los malvivientes treparon hasta un balcón del primer piso y, tras forzar una ventana, irrumpieron en el interior del domicilio. Allí sorprendieron a las víctimas mientras dormían y, mediante golpes y amenazas, exigieron la entrega de dinero y objetos de valor.
La violencia desplegada fue extrema: el anciano recibió múltiples golpes con un fierro, quedando gravemente herido y desfigurado. “No me golpeen más porque me van a matar”, alcanzó a suplicar en medio del ataque.
Tras revolver la vivienda, los ladrones se alzaron con efectivo y pertenencias personales antes de darse a la fuga. Al cierre de esta nota, no había detenidos vinculados al caso.
El yerno de la víctima, Javier Caraballo, relató que alrededor de las cuatro de la madrugada su cuñado llegó a su casa para avisarle lo ocurrido. “Fuimos hasta la vivienda y encontramos a mi suegro muy golpeado. Lo habían atacado tres jóvenes de entre 25 y 30 años para robarle”, expresó. Caraballo recordó además que no es la primera vez que el anciano sufre un hecho similar: “Hace unos años pasó por una situación parecida. Esto ya no da para más”.
El familiar cuestionó duramente la falta de respuestas de las autoridades municipales y provinciales. “Nos indigna ver cómo el Estado no hace nada. Dicen que no hay presupuesto, pero esto no es solo una cuestión de recursos sino de decisión política”, señaló. También destacó la solidaridad de los vecinos, aunque lamentó que ningún funcionario se haya comunicado con la familia.
Caraballo advirtió que, de no existir medidas concretas, podrían convocar a una marcha ciudadana: “Si esto no cambia, tendremos que organizar una pueblada para que escuchen a la sociedad”. En ese sentido, reclamó políticas de Estado claras en materia de salud, seguridad y empleo.
El hecho reaviva la preocupación por la inseguridad en Miramar, donde semanas atrás otra vecina fue brutalmente golpeada en un asalto. “Hoy podemos decir que mi suegro y mi cuñado se salvaron, pero podríamos estar lamentando lo peor”, concluyó Caraballo.
Fuente: Periodismo Ya