La imagen en la avenida Luro fue sintomática de la realidad laboral marplatense: una fila de aspirantes que se extendió por casi dos cuadras, con personas acampando desde las 19:30 del día anterior, aguardando la apertura de inscripciones del Centro de Formación Laboral Nº 407 de la UOCRA. El fenómeno, lejos de ser un hecho aislado, confirma la consolidación de la capacitación técnica como el activo más valioso para navegar un mercado que, en Mar del Plata, presenta una dinámica propia y desacoplada de la parálisis nacional.
“El mercado es cada vez más exigente, pide preparación profesional y la gente va entendiendo que nuestro certificado es una llave para el empleo”, definió Mauricio Lacuadra, director del establecimiento, en diálogo con el Retrato, al analizar la masiva convocatoria que en su primera jornada inscribió a más de 300 personas.
La oferta académica, impulsada políticamente por el Secretario General César Trujillo y alineada a nivel nacional con Gerardo Martínez, abarca 24 cursos gratuitos. Sin embargo, la preferencia de los postulantes generó un cuello de botella inmediato: para las 11 de la mañana del primer día, las vacantes para Gasista y Electricista ya se habían agotado.
“Esos cursos son los más requeridos. Tenemos un cupo máximo de 25 alumnos por aula y dependemos de las horas que la Provincia tiene adjudicadas, por lo que es difícil pensar en abrir turnos extra en el corto plazo”, explicó La Cuadra.
No obstante, el director ofreció un dato estratégico para quienes buscan una salida laboral inmediata y bien remunerada, más allá de las especialidades tradicionales. “La pepita de oro laboral hoy está en el armador cementista y el carpintero armador (encofrados). Es el primer paso de cualquier edificación y hay un déficit real de profesionales”, reveló Lacuadra, sumando a la lista de alta demanda al conductor de máquinas viales.
El auge en la matrícula responde a una particularidad de la plaza local. A diferencia de otros distritos golpeados por el freno total de la obra pública nacional y la escasa inversión provincial, Mar del Plata experimenta un “boom” de desarrollo privado, visible tanto en la propiedad horizontal como en la “explosión” de barrios cerrados.
Para capitalizar este flujo, el Centro de Formación articula sus planes de estudio con el Foro de la Construcción Marplatense, la Cámara Argentina de la Construcción y la Dirección de Obras Privadas del municipio. “Evaluamos hacia dónde va la ola constructiva del próximo año para reforzar la oferta en lo que realmente se va a requerir”, detalló Lacuadra.
La rigurosidad académica, nacida tras la crisis de 2001 ante la falta de mano de obra calificada, ha posicionado al trabajador marplatense por encima de la media nacional. Según relevamientos y testimonios recogidos por la institución, empresas externas, como la cadena Coto y otras desarrolladoras que desembarcan en la ciudad, han destacado la superioridad técnica de los oficios locales.
“Hemos ganado un prestigio dentro del mercado. Hoy, sobre un universo de 12.000 afiliados registrados, estimamos que casi un 10% son egresados nuestros que han logrado una inserción laboral significativa”, concluyó Lacuadra
