Lo que comenzó como una expectativa moderada terminó por convertirse en el “puntapié inicial” de la reactivación turística de la ciudad. Mar del Plata transita el fin de semana largo más exitoso de 2025, con un nivel de ocupación que escaló al 80% impulsado por la demanda espontánea y un clima favorable. Este repunte, que quiebra la inercia negativa de una temporada baja compleja, es interpretado por el sector público y privado no solo como un alivio financiero, sino como un test de competitividad de cara al verano 2026.
La afluencia masiva, concentrada en el microcentro y con estadías promedio de tres noches, valida la estrategia de tarifas agresivas y financiación bancaria desplegada por las cámaras empresariales.
La premisa central del operativo verano es derribar el mito de la conveniencia económica del exterior. Según datos del sector hotelero, Mar del Plata se posiciona hoy un 30% más barata que Camboriú y un 50% más económica que Uruguay en la franja de tres estrellas.
Hernán Szkrohal, presidente de la Asociación Empresaria Hotelera Gastronómica, reconoció en diálogo con el Retrato que esta competitividad tiene un costo interno elevado con el sacrificio de márgenes de ganancia. “Las tarifas y los precios de gastronomía están muy ajustados; no se trasladó la inflación total a los precios y, en algunos casos, se mantienen valores similares a la temporada pasada”, explicó el dirigente. La estrategia es apostar al volumen de visitantes resignando la rentabilidad histórica para evitar la fuga de turistas. A este esquema de contención de precios se suman las herramientas financieras del Banco Nación y Banco Provincia, que actúan como un subsidio indirecto al consumo.
Según comenta Bernardo Martín, titular del EMTURyC, en diálogo con el Retrato, el diferencial de este repunte radica en la “fuerte elección del público joven”, un segmento que no solo tracciona consumo, sino que atrae a marcas y medios de comunicación no tradicionales, como los canales de streaming que se instalarán en la ciudad.
Algo que sin duda contribuye es el auge de la zona sur y Chapadmalal como un “polo de atracción turística sin techo” según el titular del EMTUR. La región ha logrado una autonomía tal que funciona como un destino propio dentro del partido, caracterizado por el contacto con la naturaleza y una oferta de servicios renovada.
Pese al éxito del fin de semana, el sector evita el triunfalismo. La recuperación del turismo de cercanía es un síntoma positivo, pero la incógnita reside en la capacidad de gasto real para estancias prolongadas en enero y febrero. “Hay que ir paso a paso. El consumo masivo está atrasado y tendremos que ver si esta tendencia se sostiene cuando no sea un fin de semana largo”, advirtió Szkrohal.
Con un último feriado puente en el horizonte (el del 8 de diciembre), Mar del Plata ha logrado, al menos por ahora, cambiar el clima de incertidumbre por una expectativa de trabajo fundamentada en precios lógicos y una oferta diversificada.
