Defensa Civil calificó el fenómeno como un evento climático excepcional por su duración de tres días consecutivos. Aunque no se registraron heridos, el vientprovocó destrozos en vehículos y el colapso de infraestructura eléctrica en diversos puntos de la ciudad.
Tras 72 horas de ráfagas persistentes que azotaron la costa atlántica, Mar del Plata comienza el proceso de reconstrucción y limpieza. El titular de Defensa Civil, Alfredo Rodríguez, ofreció un balance definitivo a el Retrato de lo que definió como un temporal “inédito”, no tanto por la velocidad pico del viento, sino por la inusual constancia de las condiciones adversas que mantuvieron en vilo a los servicios de emergencia desde el domingo hasta la tarde del martes.
El operativo de contingencia cerró con cifras que grafican la magnitud del impacto: la línea 103 recibió un total de 235 denuncias, de las cuales se desprende la caída de 120 árboles de diverso porte. “Fueron tres días exageradamente trabajosos. Usualmente nos preparamos para alertas de cinco o siete horas, pero esto fue continuo, incesante y no dio descanso”, detalló Rodríguez, quien confirmó que, pese a la violencia del fenómeno, no hubo que lamentar heridos, reportándose únicamente daños materiales.
Si bien durante el domingo y el lunes las afectaciones se concentraron en la zona sur y el centro, hacia el martes el viento cubrió la totalidad del ejido urbano. La mayor complejidad operativa residió en el despeje de calles bloqueadas y la remoción de árboles que colapsaron sobre la vía pública y bienes privados.
Entre los incidentes más visuales se registraron vehículos aplastados por troncos y ramas de gran tamaño, con casos testigos en la intersección de 9 de Julio y San Juan, y un último episodio reportado el martes por la tarde en la avenida Luro y Mariano Acosta, donde un rodado sufrió daños materiales significativos.
A la caída de árboles se sumó el colapso de postes de luz y telefonía, lo que obligó a un trabajo articulado entre las cuadrillas municipales y las empresas prestadoras de servicios como EDEA y Telefónica para restablecer el tendido. Respecto a las estructuras edilicias, Rodríguez aclaró que las voladuras de techo fueron marginales, limitándose casi exclusivamente a obras en construcción con chapas precariamente sujetas.
Aunque lo peor del frente de tormenta ya es historia, las tareas de remediación continúan. El funcionario advirtió que aún restan intervenir sobre una treintena de árboles que, si bien no obstaculizan arterias principales, requieren corte y remoción. “Pedimos un poco de paciencia; lo urgente, como los cortes de calles y árboles sobre autos, ya se remedió”, explicó Rodríguez, estimando que la ciudad recuperará su “retrato normal” en las próximas horas.
