El diputado de Encuentro Federal, Miguel Ángel Pichetto, presentó en las últimas horas un proyecto de ley para arancelar hasta un 30% las compras realizadas en plataformas de comercio digital extranjero, como Shein o Temu, con el propósito de blindar la industria nacional de la importación de productos.
“No hay soberanía económica sin industria, a competencia desleal de plataformas extranjeras asfixia a nuestras PyMEs. Ante esto, la respuesta es una: regulación firme y necesaria”, alegó el jefe de bancada de Encuentro Federal, a través de redes sociales.
La normativa propone crear un Registro Nacional de Comercio Digital Extranjero, en el que deberán inscribirse las plataformas, así como sus representantes en el país, para convertirse en responsables de tributos internos, aranceles y certificaciones cuando intermedien ventas a consumidores argentinos sin proveedor local inscripto.
Así, quienes no se inscriban no podrán cursar pagos ni despachar envíos. Además, el texto de Pichetto contempla un arancel del 30% a las importaciones e- commerce y la limitación de una compra anual por persona física o jurídica de hasta USD 100 sin el pago del arancel.
Según el rionegrino, las plataformas de comercio digital extranjero compiten en forma desigual con las empresas argentinas, que invierten en maquinaria, generan empleo formal y cumplen con todas las obligaciones legales.
“Cada paquete que entra al país sin control bajo el régimen courier representa un golpe silencioso a la producción nacional, al trabajo formal y a la recaudación fiscal”, remarcó en los considerandos del texto Pichetto y agregó: “Debemos frenar este aluvión, se trata de política económica de defensa nacional”.
Vale señalar que, el proyecto se inspira en medidas similares adoptadas por países como Estados Unidos, Uruguay y Francia, que avanzaron en regulaciones para equilibrar las plataformas de comercio digital extranjero y evitar prácticas de competencia desleal.
De todas maneras, el rionegrino aclaró que la iniciativa “no busca cerrar la economía ni limitar la innovación, sino garantizar reglas claras para que la integración al mundo no signifique precarización ni pérdida de dignidad para nuestra industria”.
