Se cumplen ocho años de la desaparición del submarino que zarpó de Ushuaia el 8 de noviembre de 2017 y perdió contacto el 15 de noviembre de ese año con 44 tripulantes a bordo. La abogada Valeria Carreras, que representa a 32 familias, sostiene que el juicio oral previsto para febrero en Comodoro Rivadavia será un paso clave para obtener condenas y acceder a testimonios que no surgieron en la instrucción.
El 15 de noviembre de 2017, a las 7.30, el ARA San Juan reportó un desperfecto eléctrico y un principio de incendio en el sector de baterías. Esa fue la última comunicación del submarino, que navegaba desde Ushuaia rumbo a la Base Naval Mar del Plata. Los problemas, según el reporte, habían sido controlados por la tripulación. El contacto se perdió a unos 432 kilómetros de Comodoro Rivadavia. Un año después, el 17 de noviembre de 2018, se localizaron sus restos a casi 900 metros de profundidad, con el casco implosionado y partes de la estructura dispersas en un radio de 70 metros.
Hoy se cumplen ocho años de esa desaparición que marcó a la Armada Argentina y al país entero. Las 44 familias de los tripulantes sostienen un reclamo que no cesa: saber qué pasó y obtener justicia.
La doctora Valeria Carreras (FOTO), abogada de la querella mayoritaria que representa a 32 de esas familias, ubicó el juicio oral previsto para febrero de 2025 como la etapa definitoria del proceso judicial. “Estamos esperanzados en el juicio oral por dos motivos. Uno, para obtener las condenas correspondientes para los responsables que ya tenemos, que son los cuatro marinos. Y aparte porque estamos esperanzados en que en las audiencias de debate orales surja la verdad, surjan cosas que no se dijeron hasta ahora”, afirmó en diálogo con “el Retrato”
El debate comenzará en febrero en Comodoro Rivadavia y podría extenderse hasta julio, con posibilidad de ampliarse 60 días más según la duración de las audiencias. Los imputados son Claudio Villamide, Héctor Alonso, Luis Enrique López Mazzeo y Hugo Miguel Correa, procesados por estrago doloso. La investigación, iniciada en el Juzgado Federal de Caleta Olivia a cargo de la jueza Marta Yáñez, acumula 45 cuerpos de expediente, 30 cajas con documentación reservada y más de 200 testigos.
Carreras explicó que el formato oral y público del juicio será una herramienta diferencial respecto de la etapa de instrucción, donde “era muy fácil tal vez mentir o fingir amnesia o olvidos entre cuatro paredes de un juzgado pequeño como el de Caleta Olivia, sin que nadie lo estuviera viendo. En cambio, yo creo que en una audiencia oral, en el marco de un juicio oral y público, van a tener que decir muchas más cosas“, sostuvo. La abogada confía en que el interrogatorio y el contrainterrogatorio permitirán que quienes callaron en etapas anteriores aporten información que no surgió hasta ahora. “Van a salir a la superficie, van a emerger verdades“, afirmó.
El juicio se realizará en Comodoro Rivadavia tras una disputa judicial que llevó tres fallos confirmando que no se haría en Buenos Aires. La querella defendió esa decisión como necesaria para garantizar imparcialidad. “Esa lejanía, ese esfuerzo que vamos a hacer, esa distancia, es la distancia necesaria para que esta querella mayoritaria y el interés de las víctimas sean iguales ante la ley, para que sean escuchados nuestros planteos, para que sean valoradas las pruebas”, explicó Carreras.
La abogada identificó tres avances concretos en estos ocho años de proceso. El primero es la instalación del caso en la memoria colectiva. “Ya se ha logrado que se instale en la memoria colectiva de los argentinos como las víctimas, la tripulación que fue mandada a navegar sin estar en condiciones. Todos saben qué es el submarino ARA San Juan y qué pasó”, afirmó. El segundo es haber probado que las familias fueron espiadas durante un año. Aunque el fallo judicial calificó el espionaje como legal, Carreras cuestionó esa conclusión: “Es tan reprochable el espionaje legal sobre familias de víctimas. Eso no lo va a poder borrar nadie porque es algo que ya quedó sentado“, sostuvo ante “el Retrato”.
La querella presentó un recurso de reposición ante la Corte Suprema y evalúa recurrir a organismos internacionales si la respuesta es negativa.
El tercer elemento es la sostenida presencia de las familias en el reclamo. “Estas familias tienen la fortaleza de no haberse resignado, estas familias tienen la fortaleza de haber transitado el tiempo, y el tiempo es un enorme apaciguador o que cansa. Pero no, siguen con la vida diaria pero siguen también muy pendientes de lo que es la causa. Siempre todos te van a decir: queremos saber qué pasó y queremos justicia“, expresó Carreras.
Por otro lado, en este octavo aniversario, la abogada cuestionó la disminución de actos y homenajes en Mar del Plata. “Noto que este año en Mar del Plata especialmente no ha habido la cantidad y los homenajes o actos que solía haber. El tiempo le ganó a las autoridades. Para mí, las autoridades quieren olvidar, quieren olvidar hablar del ARA San Juan“, afirmó. Carreras señaló como símbolo la decisión de la Armada de realizar una misa fuera de la Base Naval en lugar de un acto central. “Eso es un mensaje. No pueden sacar el monumento que hay en la puerta de la base, miran seguramente con furia las banderas que todavía están en el perímetro de la base naval. Pero noto que no quieren rememorarlo. Seguramente por vergüenza”, concluyó.
