La seccional Mar del Plata de la Unión Obrera de la Construcción (UOCRA) mantiene paralizadas las tareas en una de las contratistas que presta servicios para Claro, tras denunciar despidos sin causa, incumplimiento del convenio colectivo y episodios de maltrato hacia los trabajadores. El conflicto lleva más de un mes y derivó en la intervención del Ministerio de Trabajo de la Provincia de Buenos Aires, que realizó un relevamiento en el lugar y citó a la empresa a una audiencia el próximo 20 de noviembre.
El secretario general de UOCRA, César Trujillo, explicó que el reclamo se originó a partir de la desvinculación de dos operarios mientras el gremio exigía condiciones de seguridad básicas. “Estamos reclamando lo que marca nuestro convenio: cuando un trabajador sube a los palos o a una escalera de nueve metros, tiene que haber dos personas. Es una cuestión elemental de protección. Si cae una herramienta o si alguien pierde estabilidad, el riesgo es gravísimo”, señaló.
El dirigente evitó generalizaciones y remarcó que el conflicto se concentra en una sola firma, a pesar de que “hay seis o siete contratistas trabajando para Claro”. En este caso, agregó, la empresa adoptó “decisiones arbitrarias”, entre ellas los despidos, el desconocimiento de categorías profesionales y un trato inadecuado hacia el personal. Ante ese escenario, UOCRA dispuso un paro total con quite de colaboración mientras gestiona una instancia formal de negociación.
La medida encuentra al sector en un contexto de incertidumbre. Trujillo sostuvo que episodios como el actual se vuelven más frecuentes ante la perspectiva de una reforma laboral impulsada por el Gobierno nacional. “Se están aprovechando de estos tiempos”, afirmó. Y sostuvo que, aunque la industria de la construcción funciona bajo modalidades contractuales propias, una flexibilización adicional podría agravar la inestabilidad: “Cuando no tenemos laburo perdemos aportes, obra social, vacaciones y jubilación. Por eso defender los derechos adquiridos es clave”.
Otro de los puntos importantes para el dirigente es el control del empleo informal en la ciudad: “El trabajo en negro sigue vigente y más que nunca. Nuestro rol es regular y proteger”, expresó Trujillo
El dirigente insistió en que el gremio está dispuesto a levantar la medida si la contratista accede a dialogar. “No estamos haciendo un paro por hacer. Los trabajadores quieren trabajar, que les paguen y que se reconozcan sus derechos”. Hasta ahora, la organización confirmó que la protesta continuará hasta que la empresa se presente ante la autoridad laboral con la documentación requerida y avance en una negociación. El Ministerio de Trabajo acompañará la instancia, aunque no se descartan nuevas medidas si no hay una respuesta formal.
