El nuevo aumento del boleto del transporte urbano en Mar del Plata volverá a golpear el bolsillo de los usuarios, quienes ya vienen soportando una serie de incrementos que parecen no tener fin. A partir del 1 de diciembre, la tarifa pasará a costar $1.550, decisión tomada por el intendente Guillermo Montenegro tras recibir del Concejo Deliberante la facultad para fijar el valor del pasaje. Se trata del segundo aumento del año, apenas unos meses después de que en abril se estableciera un costo de $1.360.
El ajuste, de 190 pesos, se ubica por debajo del valor solicitado por la Cámara Marplatense de Empresas de Transporte Automotor, que pretendía llevar el boleto a casi $1.910 argumentando un incremento en los costos operativos. Incluso el estudio técnico realizado por el Ejecutivo municipal arrojó una tarifa de referencia de $1.576,43, cifra finalmente reducida para establecer el nuevo valor.
Sin embargo, más allá de los números, lo que queda en evidencia es la desconexión entre las decisiones administrativas y la realidad económica de miles de marplatenses que dependen del transporte público para trabajar, estudiar o simplemente desplazarse. El aumento, aunque “justificado” en los papeles, profundiza la sensación de que la carga siempre recae sobre quienes menos margen tienen para afrontarla.