Suyai Gaydou y Franco Felici: Dos argentinos, una pasión y un Bar en Estepona

(el Retrato en España) La historia de Suyai Gaydou y Franco Felici es un claro reflejo del espíritu argentino: trabajo duro, resiliencia y una impronta inconfundible. Ambos argentinos, con raíces profundas en su país, decidieron emprender un viaje a Estepona, España, donde han logrado consolidar su propio bar, el Casa Wild, con una propuesta gastronómica que fusiona lo mejor de la cocina argentina con toques de diversas culturas del mundo. A través de su historia, podemos descubrir cómo los argentinos no esquivan nunca la responsabilidad y el trabajo, sin importar las dificultades. En un alto de la tarea diaria dialogaron con el Retrato y nos contaron sobre su historia e vida gastronómica.

Llegaron a Estepona, pero la Argentina sigue siendo su hogar

¿Cuánto hace que llegaron a Estepona? Es la pregunta recurrente que muchos se hacen al conocer la historia de estos dos emprendedores. “Vamos por siete, ocho años con los emprendimientos en España”, dicen con una sonrisa franca. Franco llegó primero, con un destino incierto, pero con una clara visión de avanzar. Trabajó en el restaurante de los padres de Suyai, quienes tienen una parrilla argentina en Estepona. Allí fue donde se conocieron y forjaron una relación que los impulsó a crear su propio proyecto.

Suyai, originaria de Bariloche, decidió mudarse a España cuando tenía solo 14 años. Franco, por su parte, dejó su ciudad natal para encontrar un futuro mejor en el extranjero. El vínculo argentino se mantuvo firme, sin importar las distancias o los cambios culturales. “Es como si ya lo conocieras de siempre”, asegura Franco, refiriéndose a la conexión instantánea que los une con otros argentinos, incluso cuando no comparten el mismo lugar de origen.

“La idiosincrasia, el humor, el estilo de vida argentino” son algunas de las cosas que más extrañan de su país. Aunque ambos han formado una familia en España, en su interior sigue latente la esencia argentina que los define. “Extraño Bariloche, la naturaleza, y a la gente, los amigos, la forma en que nos conectamos“, reflexiona Suyai. “Los argentinos tenemos una manera de ser muy particular, somos sociables, alegres, y tenemos un humor único que no todos entienden”.

Casa Wild: Un proyecto que nació del corazón

Casa Wild no fue una idea que surgió de la noche a la mañana, sino el resultado de un largo proceso de reflexión y experimentación. En un principio, después de haber cerrado su antiguo local, los dos no tenían planes urgentes de abrir algo nuevo. Sin embargo, la pasión por los vinos naturales y las experiencias gastronómicas los llevó a Berlín, donde recorrieron bares y se empaparon de nuevas tendencias. Fue allí donde comenzaron a gestarse las ideas que darían vida a su nuevo proyecto.

No teníamos mucha intención de abrir algo, pero queríamos seguir creando algo que nos gustara, algo que nos representara”, dice Franco. Cuando encontraron el local en el centro de Estepona, pensaban que solo irían a buscar un espacio para la hermana de Franco, quien es instructora de Pilates. Sin embargo, el destino tenía otros planes y, por casualidad, se encontraron con el propietario del edificio. Este, al ver su entusiasmo, les permitió ver el interior del bar que había estado allí desde 1978, el Bar Aguilar, un lugar muy querido por los locales, pero ya en decadencia.

La renovación del local no fue fácil. Tuvieron que adaptarlo completamente a las normativas actuales, desde los baños hasta la cocina, porque la licencia que tenía el local databa de 1978 y no cumplía con los estándares modernos. Sin embargo, la tenacidad argentina de Suyai y Franco no les permitió rendirse. Montaron un local pequeño pero acogedor, de solo 70 metros cuadrados, con un diseño que maximizó cada centímetro disponible para que todo estuviera en su lugar.

Una propuesta gastronómica con “guiños” argentinos

En cuanto al menú, Casa Wild se aleja de lo convencional y apuesta por una fusión de sabores de distintas culturas, sin olvidar sus raíces argentinas. “Tenemos guiños argentinos”, explica Franco. Las empanadas son uno de los platos más populares, pero con un toque innovador: la empanada acevichada, una combinación de la tradición argentina con el frescor de la gastronomía peruana. Además, cuentan con otras creaciones como la pizza frita, que es una mezcla de varias influencias, desde la pizza napolitana hasta la torta frita argentina.

La gastronomía de Casa Wild no solo es un homenaje a la cocina argentina, sino una propuesta inclusiva, con platos veganos y sin gluten para aquellos que buscan alternativas más saludables. Uno de los platos que más aceptación ha tenido entre los clientes es el “foie vegano”, un pate que imita a la perfección la textura y el sabor del foie tradicional, pero sin ingredientes de origen animal. “Es el único plato que no sacaremos nunca de la carta”, aseguran con orgullo.

El trabajo duro y el compromiso, la marca de los argentinos

Lo que realmente marca la diferencia entre Suyai, Franco y otros emprendedores es su compromiso con el trabajo. En un entorno como el español, donde las normativas y los costos son elevados, los argentinos no solo sobreviven, sino que prosperan. “Estamos acostumbrados a desarrollarnos en la dificultad”, explica Franco. Para ellos, trabajar en el extranjero no es una excusa para hacer menos, sino un incentivo para hacerlo mejor.

El trabajo en Casa Wild es arduo. “Solo abrimos de noche, porque necesitamos tiempo para producir y preparar todo lo fresco para el servicio”, explican. Las jornadas laborales son largas y exigentes, pero eso no les importa. “Si tenemos que remangarnos y limpiar la calle, lo hacemos”, dicen con la determinación que caracteriza a los argentinos, quienes, a pesar de las dificultades, no le esquivan al esfuerzo.

¿Argentina o España? La pregunta que aún no tiene respuesta

Cuando se les pregunta si volverían a Argentina, las respuestas son claras: “Siempre volveríamos, pero de paseo. Nos gustaría hacer algo allá, quizás en el sur del país. Tal vez invertir en una casa en Bariloche o una quinta en Venado Tuerto”. Pero por ahora, el proyecto de Casa Wild en Estepona es lo que los motiva. “Nos gusta lo que hacemos aquí, y seguimos apostando por Estepona, por la gente que nos ha apoyado”.

El regreso a Argentina no es un tema que preocupe demasiado a Suyai y Franco, porque ya no se sienten como extranjeros. “Los argentinos estamos tan incorporados aquí que ya somos una provincia más”, asegura Suyai. Aunque el sentimiento de extranjería existió en sus primeros años, hoy en día el vínculo entre los argentinos en Estepona se ha fortalecido. La conexión no es solo cultural, sino también emocional, y les permite seguir adelante en un lugar que ahora consideran su segundo hogar.

La impronta argentina en el mundo

Suyai y Franco son dos ejemplos claros de lo que significa ser argentino: trabajadores incansables, resilientes y con una capacidad innata para conectar con los demás. No importa el lugar del mundo en el que se encuentren, siempre llevan consigo la impronta de la Argentina: la alegría, la sociabilidad y el compromiso con lo que hacen. Su historia es la historia de todos los argentinos que, sin importar las dificultades, siguen luchando por sus sueños, a donde sea que vayan.