La construcción es el boom en la Costa del Sol: más de 60 grúas entre Fuengirola y Estepona

El tramo de Autopista del Sol (AP-7) que une Fuengirola con Estepona, en la provincia española de Málaga, ofrece una imagen que resume el momento económico de la región: más de 60 plumas se levantan sobre la ladera derecha de la vía, donde antes predominaban las colinas y los pinares. El crecimiento urbano se multiplica sobre la montaña y refleja el fuerte repunte del mercado inmobiliario en la Costa del Sol.

Según el Colegio de Arquitectos de Málaga, en 2024 se visaron 8.902 viviendas, lo que representa un incremento del 27,5 % respecto al año anterior. Solo 691 unidades fueron de protección oficial (VPO), mientras que la gran mayoría corresponde a desarrollos privados. El impulso se concentra especialmente en los municipios de Marbella, Estepona y Benahavís, donde la construcción de complejos residenciales de lujo y media gama se acelera al ritmo de la demanda extranjera.

De acuerdo con un informe del sector, el 61 % de las compras de vivienda en la Costa del Sol durante el último año fue realizado por extranjeros, porcentaje que llega al 70 % en las zonas de mayor valor. Los compradores británicos encabezan el listado, seguidos por alemanes, franceses, italianos y belgas.

El auge se traduce en cifras de inversión: más de 3.200 millones de euros se destinaron en 2024 al segmento de lujo en la región, con un crecimiento estimado del 20 % respecto al año anterior. Las promociones se caracterizan por su ubicación elevada, terrazas escalonadas y servicios de alta gama, con vistas panorámicas al Mediterráneo.

Sin embargo, la expansión también despierta interrogantes. El déficit de vivienda social se mantiene como uno de los principales desafíos: apenas el 8 % de las nuevas construcciones en Málaga pertenece a este segmento. Además, solo el 22 % de los municipios de la Costa del Sol produce viviendas suficientes para cubrir el crecimiento de sus propios hogares.

“El litoral malagueño atraviesa una segunda expansión inmobiliaria, más selectiva y vertical, orientada a un público internacional de alto poder adquisitivo”, señaló un consultor urbanístico.

A lo largo de la autopista, las grúas se suceden una tras otra, marcando la transformación de la sierra en zona urbana. La Costa del Sol confirma así su posición como uno de los principales polos de inversión inmobiliaria del sur de Europa, pero también enfrenta el reto de equilibrar rentabilidad, sostenibilidad y acceso a la vivienda.