Piden la emergencia productiva y social del sector lechero tras el cierre de más de mil tambos

La diputada bonaerense del bloque UCR + Cambio FederalBelén Malaisi, ingresó a la Legislatura un proyecto de ley que busca declarar la “emergencia productiva y social” del sector lechero luego de que datos oficiales alertaran que la Argentina perdió más de mil tambos en los dos últimos años.

En el escrito que ingresó a la Legislatura bonaerenseMalaisi explicó que su iniciativa apunta a instrumentar un programa de asistencia pública-privada destinado a los productores tamberos de escala familiar, especialmente aquellos con menos de 3.000 litros diarios de producción que enfrentan “una ecuación de costos imposible” por el aumento de los insumos, el estancamiento de precios y la caída del consumo interno de leche.

De esa manera, el proyecto de la legisladora del radicalismo propone que la provincia de Buenos Aires le dé a los tamberos apoyo crediticio a tasa subsidiada, incentivos fiscales, mejora de infraestructura de refrigeración y transporte, y regulación que permita integrar tambos familiares al mercado de la leche con condiciones justas.

Según el informe de la Observatorio de la Cadena Láctea Argentina (OCLA), durante 2024 se habrían cerrado más de 1.000 tambos en el país, lo que representa un fuerte ajuste en la base productiva del sector lechero. De acuerdo al texto de Malaisi, la caída habría impactado en el despoblamiento rural, pérdida de servicios en zonas agrícolas, menores ingresos para pequeños productores y menos productos frescos en el mercado local.

La diputada Belén Malaisi busca blindar a los pequeños y medianos productores lecheros tras el cierre de más de 1.000 tambos.
La diputada Belén Malaisi busca blindar a los pequeños y medianos productores lecheros tras el cierre de más de 1.000 tambos.

En ese marco, Malaisi alertó que menos leche producida localmente puede derivar en importaciones más caras, mayor dependencia externa y aumento del precio al consumidor, lo que impactaría de manera directa en la dieta cotidiana de millones de argentinos que consumen leche, yogur o queso a diario.

“Cuando un tambo se cierra, no es solo una familia que deja de ordeñar; es un taller de herrería que deja de recibir mantenimiento, es un camión que deja de recoger leche, es un pueblo que pierde servicios. Y al final quien lo paga es el consumidor que ve subir el precio del sachet o el queso”, enfatizó Malaisi, en la búsqueda de conectar la productividad con la cotidianeidad de los argentinos.

En tanto, el proyecto de Malaisi crea un registro provincial de tambos y productores lecheros, con datos de producción, stock, comercialización y empleo, de manera que se monitoree la evolución del sector, se puedan definir subsidios o líneas de crédito directas, y se incorpore la escala productiva al plan de desarrollo agropecuario bonaerense.

En ese sentido, la diputada bonaerense del bloque UCR + Cambio Federal, destacó que desde el poder legislativo “no piden un salvataje indefinido sino un empujón para que las explotaciones de menor escala no quiebren y permitan sostener la leche local”.

Crisis de la industria lechera

Es preciso mencionar que, los datos públicos revelan que la crisis en la industria lechera no es coyuntural sino estructural. Según OCLA, la cantidad de tambos en Argentina bajó de más de 10.000 en 2023 a alrededor de 9.039 en mayo de 2025, lo que significa la pérdida de más de 1.000 establecimientos en apenas dos años.