El presidente Javier Milei mantendrá este viernes un encuentro privado con Jamie Dimon, director ejecutivo de JP Morgan Chase & Co., en Buenos Aires, apenas dos días antes de las elecciones legislativas, consideradas clave para la Argentina y la gestión libertaria.
Fuentes del Ejecutivo confirmaron que la reunión se realizará mañana por la tarde, aunque no tendrá lugar en Casa Rosada. “Será súper reservado y en el marco del evento que celebra el banco”, explicaron. En ese contexto, se espera que Milei también brinde un discurso dirigido a funcionarios del gigante de Wall Street.
La presencia de Dimon en la capital argentina se enmarca en una serie de reuniones de alto nivel agendadas previo al reciente período de volatilidad en los mercados locales, según publicó Bloomberg. Sin embargo, la visita ocurre mientras el Gobierno argentino profundiza su alineamiento con Estados Unidos para consolidar el programa económico y gestionar alternativas de financiamiento externo.
El ejecutivo encabezará el evento de JP Morgan junto a directivos de empresas tanto regionales como locales. Paralelamente, está planificado un encuentro con el ministro de Economía Luis Caputo, que podría coincidir en horario con la reunión con el mandatario argentino.
La entidad estadounidense prosigue la expansión de sus operaciones en la Argentina. Hace unos meses, ejecutó el mayor contrato de alquiler corporativo de las últimas dos décadas en la ciudad de Buenos Aires, como parte de un ambicioso plan que apunta a duplicar su capacidad operativa en el país. El banco pasará a ocupar más de veinte pisos en un nuevo campus de oficinas, actualmente en obras, ubicado en la intersección de Manuela Pedraza y Arribeños, en el barrio porteño de Núñez. El desarrollo incluye el Centro Empresarial Núñez (CEN) y el Centro Empresarial Libertador (CEL), propiedad de Raghsa, con entregas programadas para 2026 y 2027.
En cuanto a la visión de JP Morgan sobre el país, en uno de sus últimos informe señalaron que cree que la Argentina deberá ampliar el consenso político y recalibrar el esquema cambiario para aprovechar por completo el respaldo del Tesoro estadounidense y alcanzar la estabilización macroeconómica antes de las elecciones de 2027.
El gobierno argentino pretende despejar las dudas de los inversores acerca de los pagos de USD 4.000 millones que debe realizar a bonistas privados en enero y USD 4.500 en junio. También sobre la permanencia del esquema de bandas cambiarias después de los comicios del domingo.
Esta negociación ya fue anticipada por el secretario de Tesoro norteamericano, Scott Bessent, quien sostiene el apoyo al Gobierno mediante la venta de dólares en el mercado de cambios. En medio de la tensión financiera preelectoral, ayer esa institución entregó cerca de USD 500 millones según estimaciones privadas.
