Taccone y el Estadio: Las cosas que empiezan mal difícilmente terminen bien

El concejal de Acción Marplatense, Horacio Taccone, cuestiona como el estadio pasó a pensarse como la futura “casa de las selecciones” a un predio con oferta única y sin obligaciones contractuales firmes y muchos “espacios vacíos” en su licitación.

El 5 de noviembre está prevista la entrega formal del Estadio José María Minella y el Parque de Deportes a la empresa Minella Stadium SA, que obtuvo una concesión por 30 años (con opción a 10 más) tras ser la única oferente en una licitación que originalmente buscaba múltiples competidores. Por su parte, la empresa adjudicataria se comprometió a invertir 40 millones de dólares en la modernización y puesta en valor del espacio

Horacio Taccone, concejal por Acción Marplatense y que votó en contra del pliego licitatorio, anticipó en diálogo con el Retrato sus reparos sobre un proceso que calificó como defectuoso desde el origen. Su bloque fue parte de la minoría que rechazó la adjudicación en el Concejo Deliberante, donde el PRO, La Libertad Avanza, UCR y Coalición Cívica respaldaron la concesión, mientras Unión por la Patria, Frente Renovador y Acción Marplatense votaron en contra.

La primera crítica de Taccone apunta al diseño de la licitación. “Esto claramente empezó mal. Lo que empezó como la casa de las selecciones terminó con una única oferta y sin obligaciones en el pliego de bases y condiciones para los oferentes, sin obligaciones de obras importantes”, señaló el concejal.

Esa ausencia de exigencias contractuales es para Taccone un escenario de incertidumbre, en donde si bien la empresa se comprometió a invertir hasta 40 millones de dólares en obras durante los 30 años de gestión, el concejal advierte que “como el pliego no contiene obligaciones para que el adjudicatario haga obras”, esas promesas carecen de respaldo legal.

El canon anual es de 120 millones de pesos, una cifra que criticada por considerarse desproporcionadamente baja para un complejo de esta trascendencia. “Nunca hicimos hincapié en el canon, por lo irrisorio que puede parecer, si la empresa invierte 40 millones de dólares, me parece que el canon pasa a un segundo plano”. El problema, insiste, no es el precio sino la falta de garantías contractuales “Yo claramente pongo mis reparos y tengo dudas de que eso realmente termine de pasar”

La pérdida de política deportiva y turística

Uno de los ejes centrales de la argumentación de Taccone es que la ciudad resigna capacidad de planificación estratégica al entregar el Polideportivo Islas Malvinas a gestión privada.

El concejal ilustró este punto con el caso concreto del torneo internacional Premier Padel Tour que se realizó en Mar del Plata en 2024 con gran éxito de público. “Una empresa quiso traer este evento, acordó con el municipio que era quien manejaba el Polideportivo y el municipio le dio sin cargo a la empresa el uso del Polideportivo”

¿Está bien o mal ceder gratuitamente instalaciones públicas? “Esto está absolutamente bien desde nuestro punto de vista, ¿por qué? Porque la ganancia del municipio fue por vía indirecta de las decenas de miles de personas que estuvieron en Mar del Plata una semana, diez días, quince días, en ocasión del torneo”

Ahora el escenario cambia con la presencia del privado. “Ahora posiblemente cuando quiera venir el torneo de Padel y hacerse de vuelta en Mar del Plata, la empresa le va a pedir un canon que ellos consideren que vale el polideportivo” Y si los organizadores no pueden o no quieren pagar ese canon, “el torneo no se va a hacer en Mar del Plata. ¿Quién pierde en ese caso? Claramente pierde la ciudad”

Segun Taccone este caso se va a dar en múltiples eventos que todos los años se dan en Mar del Plata

De ahora en adelante, “eso no lo vamos a poder hacer, lo vamos a poder hacer únicamente cuando el que quiera traer el evento se ponga de acuerdo en el precio que los brasileños le quieran cobrar”

¿ Que pasa con los clubes?

La concesión afecta directamente a Aldosivi y Alvarado en fútbol (que usan el Minella como localía) y a Quilmes, Peñarol y Unión en básquet (que utilizan el Polideportivo Islas Malvinas)

Consultado sobre si los clubes tienen garantías de acceso, Taccone aclaró que “el pliego no tiene ninguna cláusula que obligue al concesionario a entregar el poli a los clubes de básquet y el estadio a Alvarado y Aldosivi. No hay una cláusula”.

Lo que existe, aclaró el concejal, es una interpretación indirecta: “Hay una cláusula que dice que el concesionario estará obligado a respetar las ordenanzas vigentes. Entonces ellos interpretan que como la ordenanza que le cede los escenarios deportivos a los clubes está vigente, ellos creen que se los pueden dar”. Sin embargo, Taccone advirtió sobre la fragilidad de esta protección: “Esto es muy sencillo, derogan la ordenanza con la mayoría que tienen, la derogan, y ya no es obligación para los brasileños entregarle el estadio a Aldosivi y Alvarado ni el poli a Peñarol”.

El concejal reconoció que “sería un gran escándalo, difícil que ocurra, pero tranquilamente puede ocurrir”. Adicionalmente, existe el problema de disponibilidad por agenda, ya que la empresa se comprometió a realizar entre 80 y 95 eventos anuales en el complejo, lo que podría generar conflictos de programación con los calendarios deportivos locales.

El Estado que planifica versus el Mercado que decide

Para el concejal la situación “es consecuencia de permitir que planifique el mercado. Y el mercado jamás puede planificar porque va a planificar en beneficio del interés particular”

La secuencia correcta, según Taccone, debería haber sido inversa: “El gobierno municipal planifica y después se llama a un privado para que invierta y que inclusive hasta haga la explotación, pero la explotación de lo que el Estado previamente quiso que pasase, no lo que el mercado o el privado decidiera hacer”

“Hay puntos que se han dejado en blanco y que lamentablemente generan incertidumbres y que no se sabe realmente. Queda casi en decisión de la empresa, ni siquiera ya del ejecutivo, de qué es lo que va a pasar con el predio”

Taccone aclaró que el contrato firmado es una relación directa entre la empresa y el municipio y viceversa y poca injerencia tiene el Concejo al respecto. Es decir, “es improbable una modificación luego de la firma del contrato”

El 5 de noviembre comenzará a despejarse si las advertencias del bloque opositor eran infundadas o si, efectivamente, “las cosas que empiezan mal difícilmente terminen bien”