Los autos electricos: precios, puntos de carga y comparación con Argentina

(el Retrato en España) Las calles la ciudad turística Alcudia, ubicada en el norte de Mallorca empiezan a sonar distinto. Entre autos de alquiler y vehículos de residentes, el rugido de los motores tradicionales comienza a mezclarse con el zumbido casi imperceptible de los eléctricos. Es un cambio silencioso, pero cada vez más visible, en sintonía con una tendencia que crece en buena parte de Europa: menos combustibles fósiles, más movilidad sustentable.

En Alcúdia no hay cifras públicas exactas sobre cuántos autos eléctricos circulan, pero las estadísticas regionales de Baleares muestran un aumento constante en matriculaciones. Buena parte de ese crecimiento se explica por la demanda turística, con muchas empresas de alquiler sumando autos eléctricos a sus flotas, y por incentivos públicos que abaratan la compra.

Marcas y precios: de Tesla a opciones más económicas

En España, dos modelos concentran buena parte de las ventas: Tesla Model 3, en el segmento medio-alto, y Dacia Spring, en el de entrada. En Alcúdia se ven ambos perfiles: autos particulares de gama media y flotas turísticas con unidades económicas.

Los precios varían ampliamente:

  • Modelos de entrada: entre 17.000 y 20.000 euros (aprox. 18 a 21 millones de pesos argentinos, al tipo de cambio paralelo).
  • Modelos compactos: entre 20.000 y 35.000 euros (21 a 37 millones de pesos).
  • SUV o sedanes premium: desde 35.000 euros en adelante.

La autonomía también marca diferencias: los autos más económicos ofrecen entre 200 y 300 km por carga; los medianos y SUV, entre 350 y 550 km; y los más avanzados superan los 500 km.

Pocos cargadores, pero en expansión

Uno de los principales desafíos de la movilidad eléctrica es la infraestructura de carga. Alcúdia cuenta hoy con alrededor de 10 puntos públicos distribuidos en zonas estratégicas: la avenida principal, el puerto, estacionamientos municipales y áreas turísticas.

La mayoría de esos cargadores son semirrápidos (22 kW), aunque algunos ofrecen carga rápida. Para ubicarlos, los conductores utilizan apps como Electromaps o Chargemap, que permiten consultar en tiempo real disponibilidad y potencia. En el último año se sumaron varias estaciones, lo que da señales de una infraestructura en desarrollo.

Cuánto cuesta recargar

El costo de recargar un auto eléctrico depende de dónde se haga:

  • En espacios públicos: entre 0,25 y 0,50 euros por kWh. Para un auto promedio, una carga completa cuesta entre 15 y 30 euros (15.000 a 30.000 pesos argentinos).
  • En casa: es mucho más barato. Con tarifas residenciales, el precio ronda entre 0,15 y 0,20 euros por kWh, lo que equivale a unos 3 a 4 euros para recorrer 100 km (alrededor de 3.000 a 4.000 pesos argentinos).

Instalar un cargador doméstico implica un gasto inicial que puede ir de 500 a 1.500 euros, según la potencia y el tipo de instalación.

Para ponerlo en perspectiva local: llenar un tanque de nafta en Argentina hoy puede costar más de 50.000/55000 pesos, y recorrer 100 kilómetros en un auto a combustión suele rondar los 8.000 a 10.000 pesos en consumo. La diferencia de costos operativos es significativa.

Incentivos y transición

España ofrece subsidios a la compra de vehículos eléctricos e híbridos, además de líneas de financiamiento y beneficios fiscales. Esto contribuye a que más particulares y empresas opten por dejar atrás los motores térmicos.

En Argentina, aunque hay beneficios aduaneros para importar autos eléctricos y algunos incentivos provinciales puntuales, la infraestructura de carga es todavía limitada y el mercado es incipiente. Mientras Alcúdia cuenta con una decena de puntos de carga en un municipio pequeño, muchas ciudades argentinas apenas comienzan a instalar los primeros cargadores públicos.

Un cambio que avanza

Para quienes viven en Alcúdia y cuentan con cochera, pasarse a un eléctrico implica un ahorro real mes a mes. Para quienes dependen de la red pública, la infraestructura aún es justa, aunque crece año a año.

La escena es clara: un mercado todavía pequeño, pero en plena expansión. La movilidad eléctrica dejó de ser una rareza para transformarse en parte del paisaje urbano europeo. Para Argentina, que recién comienza ese camino, Alcúdia es un espejo interesante: muestra los beneficios, los desafíos y la velocidad posible de una transición energética local.