“Paraná”: Un Café Bistró argentino que late en el Puerto de Alcudia con sabor marplatense

(el Retrato en España) Puerto de Alcudia, Mallorca. Un rincón del mundo donde las culturas se cruzan, el mar acaricia el puerto y los sueños también encuentran su espacio para echar raíces. Aquí, en este punto estratégico de la isla, justo donde zarpan los ferries hacia Barcelona y Menorca, se encuentra “Paraná, Café Bistró”, un cálido refugio de marplatenses que no solo ofrece empanadas y milanesas, sino también una historia de esfuerzo, amor y perseverancia.

Los protagonistas de este sueño son Suyai Perucca y Diego Rodrigues Viera, un matrimonio marplatense que decidió cambiar de vida en 2019, antes de que el mundo cambiara para siempre con la llegada de la pandemia.

De Mar del Plata al Mediterráneo: un viaje con sabor a hogar

“Llegamos con sueños, con ilusiones, sin saber muy bien qué nos esperaba. Pero con ganas. Siempre con ganas.” Así lo resume Suyai, con los ojos húmedos y una sonrisa que mezcla nostalgia y orgullo.

La pareja arribó a Palma de Mallorca en 2019, ella primero, él unos meses después. Como muchos migrantes, partieron de Argentina buscando nuevas oportunidades, empujados por un contexto socioeconómico difícil. La gastronomía no era entonces su proyecto de vida, sino más bien un medio para subsistir. Sin embargo, la cocina fue pronto el canal donde encontraron su identidad, su voz y su sustento.

“Yo siempre fui camarera, me gustaba mucho. Pero un día me quedé sin trabajo, y empecé a hacer viandas en casa. Desde ahí, nació algo que fue creciendo con mucho amor y dedicación,” cuenta Suyai. Vivía cerca de una zona comercial y, sin miedo, comenzó a hablar con los comerciantes para ofrecer su comida casera. Guisos, pastel de papa, sándwiches de milanesa. “Algo rico, sencillo y argentino.”

Diego, por su parte, fue quien más se volcó a la cocina. Brasilero de nacimiento, marplatense por elección, fue el encargado de llevar la pasión a los fuegos: masas, repostería, alfajores de maicena, entre otras tantas exquisiteces . “Él es el motor de la producción, el que le da forma a todo lo que soñamos”, dice Suyai.

Un café argentino que late en Alcudia con  sabor marplatense

Hoy, ese emprendimiento familiar tomó forma en “Paraná, Café Bistró”, un espacio donde cada rincón respira Argentina, desde las empanadas de carne jugosa hasta las charlas cálidas entre clientes que extrañan su tierra. La ubicación no es casual: Puerto de Alcudia es uno de los lugares más transitados del norte de la isla, especialmente por turistas y viajeros de ferry. Eso les da una ventaja competitiva, pero también un desafío.

“Muchos preguntan por comida mallorquina, y cuando les explicamos que somos un café argentino, se sorprenden. Pero prueban, y vuelven. Eso es lo lindo. Ver que lo nuestro también gusta acá.”

El plato estrella: la milanesa, en todas sus variantes. Al plato, en sándwich, de ternera o de pollo, y por supuesto, a la napolitana. También las empanadas, que poco a poco han conquistado paladares europeos.

Pero el camino no fue sencillo. La pandemia golpeó fuerte. “Cuando parecía que todo arrancaba, vino el encierro. Pero nos adaptamos. Ayudamos a otros. Le dimos casa a un amigo sin papeles. Todo era incertidumbre, pero nos sostenía la esperanza.”

El sacrificio de vivir lejos y la fuerza de no rendirse

“Lo que más se extraña es la familia”, confiesa Suyai. Criada en el Bosque Peralta Ramos, con su familia aún en Mar del Plata, no hay día que no piense en sus padres, hermanas y abuelos. “Uno puede estar bien, pero ese vacío siempre está.”

Ese desarraigo no la paraliza, sino que la impulsa. Porque la ilusión es clara: trabajar por cuenta propia para poder manejar mejor los tiempos y, quizás, viajar más seguido a Argentina. “Antes, trabajando para otros, era difícil juntar para un pasaje. Ahora, aunque nos lleva más esfuerzo, soñamos con ir más seguido, al menos un mes al año.”

Este primer año, sin embargo, no hay vacaciones. El café abrirá todo el año, aprovechando que otros locales cierran en invierno, y esperando captar ese público local que busca su café diario, su caña, su charla de siempre.

Es ahora o nunca”, dice con determinación. “Cuando abrimos, sabíamos que íbamos a tener que darlo todo, y así lo estamos haciendo.”

Un mensaje para quienes sueñan con irse de Argentina

“No es fácil, pero se puede.” Esa es la frase que más repite Suyai cuando se le pregunta qué le diría a otros argentinos que están pensando en emigrar. “Hay trabajo. No te sobra nada, pero no te falta. Si te sabés mover, si tenés actitud, salís adelante.”

Ella misma es ejemplo de eso. Durante un tiempo, incluso lanzó su propia línea de trajes de baño, cosidos a mano, y vendía en ferias. “Con un hijo (Luan de diez meses y medio) , con todo lo que implica abrir un local, pausé esa parte, pero la idea está ahí. Cuando se quiere, se puede.”

“Hay que animarse. No digo que sea fácil. Pero si te quedás solo preguntándote si se puede, nunca vas a saberlo. Hay que hacer. Y hay que soñar.”

El sabor de la constancia a 12.000 kilómetros de distancia

Paraná, como el río que lleva en su nombre, fluye. Se adapta a las curvas de la vida, a los paisajes nuevos, pero siempre lleva su esencia. Esa que no se olvida. Suyai y Diego no solo montaron un café. Montaron un hogar, un pedazo de Argentina en tierras lejanas. Un lugar donde el acento no se pierde, donde la nostalgia se cocina a fuego lento, y donde los sueños comienzan a tomar forma.

“No somos los únicos que lo intentamos, pero somos de los que no bajamos los brazos. Y eso, también, es un logro.”

Con cada café, con cada empanada, con cada sonrisa que ofrecen a los clientes, Suyai y Diego recuerdan que los sueños no se cumplen por arte de magia. Se construyen. Se trabajan. Se cocinan día a día. Y finalmente, se sirven con orgullo.