Los turistas ajustan su gasto en Mallorca y ajustan su estadías en la isla

(el Retrato en España) La temporada turística 2025 en Mallorica, y en especial en la bahía de Alcúdia ha confirmado un cambio de tendencia. Según la Agrupación de Hoteleros de Alcúdia y Can Picafort, la ocupación media alcanzó un 84,23% en Alcúdia y un 80% en Can Picafort hasta agosto, aunque los meses centrales registraron un descenso respecto a años anteriores.

La principal novedad este verano ha sido la caída de la demanda de regímenes como la media pensión y el todo incluido, que descendieron más del 10%, mientras que el ‘self-catering’ creció un 7%. Esta modalidad, que permite a los visitantes cocinar en su propio alojamiento, evidencia una mayor contención del gasto, incluso por parte de los turistas internacionales.

Después del COVID se nota un cambio importante: los visitantes, incluso los que llegan desde otros países, muestran mayor austeridad y prefieren opciones más económicas”, destacan desde la agrupación hotelera. Este comportamiento se refleja también en la oferta complementaria: la restauración ha sufrido una caída de ingresos del 15 al 20% respecto al año pasado, según datos de CAEB Restauración y FERIB.

Para los hoteleros, este año marca el fin del llamado “efecto champán”, una etapa de euforia post-COVID, y da paso a una demanda más contenida, similar a la prepandemia. El costo de la vida pasa factura a casi todos y “los turistas en una Mallorca con los precios más altos este año ya se miran los bolsillos”. A pesar de ello, el balance es considerado positivo.

Es una temporada buena, pero con claros síntomas de moderación. Esto nos obliga a trabajar con inteligencia, reforzando la calidad, la diferenciación y la sostenibilidad de nuestra oferta”, concluyó un portavoz del sector.

El turismo en Alcúdia se estabiliza, pero bajo nuevas reglas: más racional, más prudente, y menos impulsivo.