
Mientras el Senado de la Nación sesionba jueves por el futuro de la Ley de Financiamiento Universitario, vetada por el presidente Javier Milei y con insistencia previa de la Cámara de Diputados. Mientras tanto, en Mar del Plata, la protesta se trasladó a la Catedral. La Agremiación Docente Universitaria Marplatense (Adum) y la Asociación del Personal Universitario (APU) llevaron adelante clases públicas frente a la Catedral y un paro total de actividades, en sintonía con lo que sucedió en otras universidades del país.
La secretaria general de APU, Victoria Schadwill, explicó que la medida había sido resuelta en asamblea y buscaba “hacer la presión necesaria y fuerte para que el Gobierno nacional aplique la Ley, otorgue el presupuesto tan necesario, que hace casi tres años no tenemos, y actualice nuestros salarios”. En ese sentido, advirtió que los trabajadores se encontraban “40 puntos abajo” en términos salariales, y remarcó que la aprobación de la norma resulta “fundamental” para revertir esa situación.
La jornada comenzó en el complejo universitario Manuel Belgrano, donde se confeccionó una bandera colectiva para visibilizar el reclamo. Más tarde, docentes y no docentes se trasladaron a la Peatonal San Martín y Bartolomé Mitre, frente a la Catedral, donde hasta las 16 dictaron clases públicas.
En ese espacio, los temas giraron en torno a la constitucionalidad del veto presidencial. “Las clases públicas vienen a hablar de derecho constitucional y de la constitucionalidad del veto. ¿Hasta dónde puede ir el Gobierno? ¿Es legal lo que hace?”, cuestionó Abigail Araujo, secretaria adjunta de Adum.
La protesta se desarrolló en paralelo al debate en la Cámara alta, donde la oposición buscó insistir con la ley, que establece una recomposición presupuestaria por Índice de Precios al Consumidor (IPC) desde mayo de 2024 hasta diciembre y una actualización bimestral en 2025 para el funcionamiento de las universidades públicas.
El conflicto universitario ya mostró su magnitud el pasado 17 de septiembre, cuando una masiva marcha en todo el país visibilizó el reclamo. Para Araujo, aquella movilización “tuvo un gran apoyo social y le dio un mensaje claro al Gobierno: tenemos la expectativa de que los senadores rechacen el veto, porque no se puede seguir bajo esta política”.