
La actitud de Gustavo “Tato” Serenbrinsky, quien tiene bajo su órbita como Secretario Participación Ciudadana y Descentralización, el área de Licencias de Conducir, ha provocado un profundo malestar en cientos de estudiantes, docentes y familias que confiaron en sus promesas, y lo que hace que hoy más de 300 jóvenes no pueden acceder el vital documento del programa “Mi Primera Licencia”
Afirman que como funcionario a cargo de esta iniciativa, no solo incumplió con la palabra empeñada, sino que permitió que un programa ejemplar, que había sido publicitado como un pilar de la gestión “montenegrista”, se desmoronara por completo; llamando inclusive la atención que esa iniciativa fue promocionada en distintos establecimientos educativos de General Pueyrredón por el propio Intendente Guillermo Montenegro en persona, y que este funcionario de origen radical, la tire por la borda.
Cabe recordar que el propio Serebrinsky al quedar bajo su mando ese Area, “autoproclamaba” su gestión como un modelo de cercanía y compromiso con la educación vial, hoy se reduce a excusas vacías y justificaciones sin fundamento, como el cambio impuesto o la supuesta falta de documentación, que no hacen más que exponer la falta de seriedad en la que este funcionario ha manejado el proyecto.
Es inconcebible que Serebrinsky, que estuvo tan presente en la promoción del programa, ahora no asuma su responsabilidad y no respete los acuerdos alcanzados. La frustración de más de 300 jóvenes que ya habían cumplido con su parte y confiaron en su palabra, es la prueba irrefutable de su total falta de compromiso y respeto hacia quienes apostaron por su gestión.
El nacimiento de Mi primera Licencia
Durante los últimos años, el programa municipal “Mi Primera Licencia”, impulsado conjuntamente por la Dirección General de Licencias de Conducir y la Secretaría de Educación, se consolidó como una experiencia educativa valiosa y transformadora, destinada a estudiantes del último año de la escuela secundaria. Su objetivo era claro y profundamente necesario: concientizar y formar a los jóvenes en seguridad vial y normas de tránsito, promoviendo una ciudadanía responsable desde el inicio de su vida como conductores.
Con capacitadores especializados y formados específicamente para este proyecto, el programa se desarrolló con un fuerte compromiso institucional, educativo y comunitario.
En cada una de las 17 escuelas participantes entre ellas instituciones municipales y privadas como El Esquiú, CADS, San Roque, Juvenilia, Cortázar, María Auxiliadora y la Secundaria Municipal N° 203 “Alberto Torres”, entre otras se llevaron adelante tres encuentros presenciales de una hora y media cada uno. Las instancias consistieron en una clase de seguridad vial, una clase de legislación vigente, y finalmente el examen teórico en el aula, respetando los contenidos y metodologías oficiales. Muchos estudiantes aprobaron la evaluación final y otros no, como en cualquier proceso serio de formación y evaluación.
Montenegro activo protagonista
El intendente municipal Guillermo Montenegro fue un protagonista activo de esta política pública. No solo visitó las escuelas, habló directamente con los chicos y se fotografió con ellos, sino que además grabó videos junto a los alumnos, difundió y promocionó el proyecto desde sus redes sociales oficiales desde sus comienzos, respaldando el valor de esta iniciativa y posicionando la educación vial como una prioridad para su gestión.
Durante el año 2024, 300 estudiantes aprobaron el examen teórico conforme al esquema del programa, lo que según lo establecido, los habilitaba a rendir únicamente la prueba práctica al momento de iniciar el trámite formal de su primera licencia de conducir.
Sin embargo, de manera sorpresiva, unilateral y sin consulta previa con las escuelas, los capacitadores ni los estudiantes, la Dirección General de Licencias de Conducir, cumpliendo directivas de Serebrinsky, decidió no reconocer los exámenes aprobados en el marco del programa.
La decisión fue tomada por el actual funcionario a cargo, Fernando Miguel Barbarrica, quien asumió en febrero de 2025 y, según relataron padres de los alumnos, se reunió con ellos solo cuando fueron a pedir explicaciones. En ese encuentro informal, las justificaciones brindadas fueron la supuesta falta de planillas firmadas, el cambio de gestión y el hecho de que él no había estado presente en el proceso. Excusas que, lejos de aportar claridad, profundizan el malestar y la indignación de los jóvenes y sus familias.
Estudiantes confiaron en la palabra de Montenegro
Este giro injustificado del área que comanda “Tato” Serebrinsky no solo incumple los compromisos institucionales asumidos, sino que además desvaloriza el trabajo educativo realizado, desconoce la dedicación de los capacitadores, y sobre todo, hiere la confianza de los estudiantes en la palabra de Montenegro que los instó a participar con responsabilidad, entusiasmo y la convicción , ya que estaban dando un paso importante hacia una conducción segura y responsable.
Entienden padres y especialmente los participantes que “la educación no puede estar sujeta a vaivenes administrativos ni decisiones arbitrarias. El programa “Mi Primera Licencia” fue una política pública celebrada, promovida desde el Estado municipal, construida en diálogo con las escuelas, y con resultados concretos. Su repentino desconocimiento no solo afecta directamente a más de 300 jóvenes, sino que también pone en cuestión la credibilidad y su capacidad de sostener procesos pedagógicos con coherencia y seriedad.